Ruido en la Gran Vía, fútbol en Las Callejas

El Murcia, que se enfrentó a un temporal para llegar a Villaviciosa, puede acercarse más al líder unas horas después de que el murcianismo se echara a la calle

José Otón

Sábado, 7 de febrero 2015, 23:47

Las Callejas, el estadio del Lealtad, no es Anfield, pero puede ser un infierno para el Real Murcia si no aplica a su fútbol la contundencia y la mala leche que puso sobre el césped en Valladolid y Vigo, donde ganó sus dos últimos partidos como visitante. Más allá de los topicazos y de las alabanzas al rival, el partido en Villaviciosa va a ser duro para los granas, en un terreno de juego que puede estar embarrado y muy pesado, y contra un rival más descansado, que no ha cruzado España en autobús como hizo en la madrugada del viernes el Real Murcia. Una expedición que peligró por las duras condiciones climatológicas y que tras diez horas de nieve y lluvia, llegó intacta a Villaviciosa, la capital de la sidra.

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El mítico y modesto campo asturiano no es el único escenario donde los murcianistas han jugado un partido importante este fin de semana. Ayer, las calles de Murcia bramaron contra Samper, contra el alcalde Cámara y contra Tebas, con un grito desesperado de una masa social que exige una solución definitiva para un club que está alojado en el corazón de miles de murcianos y que no para de sufrir. Por eso una victoria ante el Lealtad puede servir de bálsamo para una afición que hace seis meses tocó la Primera con la punta de los dedos y ahora ve a su equipo al borde del abismo.

El choque ante el Lealtad es una oportunidad para los granas de seguir intimidando a sus rivales en la zona alta, dado que si el equipo de Aira gana puede recortarles puntos. El Oviedo visita al Guijuelo, primero contra tercero, en un campo de césped artificial, mientras que el Logroñés recibe al Compostela, un aspirante que quiere encaramarse en Las Gaunas al 'playoff'. Por eso esta jornada puede volver a ser redonda.

El rival de los granas ocupa posición de descenso, aunque es un enfermo que ha mejorado ostensiblemente en las últimas semanas y está a punto de recibir el alta. Su autoestima ha crecido tras empatar con el Coruxo y el Guijuelo, y tumbar al Logroñés y al Luanco. El equipo que dirige Javier Rozada se encuentra a solo tres puntos de la salvación, tras conseguir 8 de los últimos 12 puntos que ha disputado. Está enrachado, quiere permanecer una temporada más (sería la tercera de su historia) en Segunda B y se ha reforzado con Pedro Beda, un brasileño que procede del Lucena y que esta mañana amenazará al Murcia. Su llegada a Villaviciosa reforzará la parcela ofensiva de un equipo que se apoya en la pegada de centrocampistas como Jorge Fernández, Lombán y Yosu, que entre los tres han convertido 17 goles en 23 partidos.

El Lealtad, un club humilde que el próximo año será centenario (se creó en 1916) y que hasta 1990 solo había jugado en categorías regionales, formó como entrenador a Marcelino García Toral, actual entrenador del Villarreal, con el que ascendió a Segunda B en 1998. Ahora quiere dar un susto a un Real Murcia, que también llega repuesto de su primera crisis de la temporada y que ha ganado de forma consecutiva al Ferrol, al Celta B y al Luanco.

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Exceso de delanteros

La llegada de Carlos Álvarez al Real Murcia ha provocado que Aira tomara una decisión difícil. Tras cuatro partidos de sanción, y después de disputar algunos minutos la pasada semana ante el Luanco, ha tenido que sacrificar a Carrillo para el viaje a Villaviciosa, a pesar de sus cinco goles. El técnico ponferradino no ha querido cortar la racha de Gerard Oliva, que ha marcado dos goles en sus cinco partidos como titular desde la sanción del murciano, y a la vez pretende, con este viaje, integrar al nuevo refuerzo que procede del Leganés en un grupo que sumará 72 horas de convivencia de una tacada. Pese a la presencia de Carlos Álvarez, todo apunta a que Oliva volverá a ser titular y a que Álvarez tendrá algunos minutos.

Por detrás, Aira puede optar por Javi Flores en la mediapunta y Rubén Sánchez y Jairo en las bandas, aunque el estado del terreno de juego puede obligar al Murcia a jugar en banda con un centrocampista que cuelgue balones al área, como Albiol. Para el doble pivote la pareja más utilizada es Acciari y Armando, aunque Arturo brilló en el amistoso ante el Shakthar y pide paso. El canterano puede dejar en el banquillo a Jairo o a Rubén y jugar de mediapunta, desplazando a Flores a una banda, a pesar de que su físico le puede pasar factura en un partido que puede ser muy trabado.

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Víctor Ruiz también apunta al once titular, en detrimento de Pumar, igual que Iván Crespo, quien tras la lesión de Fernando seguirá algunas semanas más bajo los palos. El canterano sufre una elongación con edema en el aductor medio de la pierna derecha y puede estar varias semanas alejado de una convocatoria. El Murcia quiere seguir cerca del Oviedo, recortarle algún punto más y seguir soñando con el liderato.

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