Las obligaciones del concurso dibujan un futuro muy negro

El descenso del Real Murcia a Segunda B, el segundo en los últimos cinco años, puede entorpecer definitivamente la viabilidad económica del equipo grana. El Real Murcia debe casi 35 millones de euros y, aunque estipulaba que la próxima temporada podría haber ingresado unos seis y reducir así una parte de su deuda, en Segunda B será mucho peor la situación ante la falta de ingresos. La única buena noticia para Jesús Samper es que en lo que queda de 2014 no tendrá que hacer frente a cantidad alguna del concurso de acreedores (solo resquicios del segundo pago). Pero en 2015 sí tendrá que rascarse el bolsillo al verse obligado a desembolsar el 25% de la deuda concursal de 29 millones de euros estipulada en 2009, una cantidad que parece inviable si no sale directamente del bolsillo del empresario madrileño y que el Murcia no podrá generar a corto plazo.

Cabe recordar que Samper llevó al Real Murcia al concurso de acreedores en 2009 por la cantidad ya mencionada de 29 millones de euros. Al no querer hacer quita, la deuda permaneció intacta, un hecho que puede ser ahora crucial en el actual futuro del Real Murcia. De los 29 millones del concurso, 17 correspondían a deuda ordinaria (incluidos los 5 millones de euros de indemnización al G-30) y 5 millones a la Agencia Tributaria, pagados casi en su totalidad. Los 13 millones actuales que debe el Real Murcia a Hacienda pertenecen, en su mayoría, a deuda generada después del concurso de acreedores y correspondiente, en gran parte, al IRPF de sus trabajadores y empleados.

En el primer plazo el Real Murcia desembolsó 2,2 millones de euros y 3,3 millones en el segundo. Pero ante la imposibilidad de cumplir el plan pactado con el Juzgado de lo Mercantil de subir a Primera para ingresar más dinero, Samper pidió el aplazamiento del tercer plazo para hacerlo efectivo en 2016. La jueza aceptó, por lo que en 2015 el Real Murcia tendrá que hacer frente al 25% de los 29 millones de euros iniciales y en 2016 a lo que quede entonces, una cantidad inviable si no pisa la Primera División en dos años.

Lo peor para Samper es que tiene que arreglar su situación con Hacienda ya que tiene todas las vías de financiación cortadas. O llegan nuevos empresarios al Real Murcia capaces de renegociar la deuda con sus acreedores, o el equipo tendrá un futuro más negro que grana.