Partido gris del Murcia con final feliz

Pero al menos, en un ejercicio de supervivencia, el Murcia se llevó los tres puntos. Una victoria que le sirve para crecer y al mismo tiempo para poner los pies en el suelo e intentar mejorar ya que el Alzira le superó en muchas fases del juego y pudo ganar en el Enrique Roca. El equipo grana sigue en racha en casa, ha ganado los tres partidos que ha disputado como local y ya se ha quitado el mal sabor de boca que le dejó el duelo del Pitín, pero este último partido le tiene que servir para aprender.

Mario Simón puso en liza un once titular previsible. Las molestias físicas de Fran García y sus buenos minutos ante el Mar Menor invitaron al técnico manchego a mantener a Juan Fernández en el once inicial, mientras que Julio Gracia también se mereció volver al equipo titular, y más teniendo en cuenta que el equipo grana volvía a jugar, aprovechando que lo hacía en casa, con un 4-3-3.

El Alzira demostró demostró desde los primeros minutos por qué goleó al Hércules hace una semana. El equipo de Ponz se comportó como un conjunto valiente, con una apuesta ofensiva desde el inicio y con ganas de presionar arriba. De hecho, fue a arrinconar a su rival, cuando el equipo de Simón empezaba a construir su fútbol. Eso y que el Real Murcia no estuvo igual de suelto que hace quince días ante el Intercity. No ganaba los duelos y llegaba tarde a todos los balones divididos, como si la derrota en San Javier hubiera dejado dañana la autoestima del vestuario grana.

El Murcia quería pero no podía, le faltaba inspiración. Ganet y Gracia intentaban carburar, pero no estaban precisos. Todos los jugadores granas lo intentaron por su cuenta, aunque los primeros aplausos de la tarde los propiciaron Mario Sánchez, Julio Gracia y Ganet, que pelearon un balón hasta la extenuación. Precisamente fue Gracia el que después hizo una jugada personal a la que solo le faltó el remate final a la portería rival. Pero poco más.

Lo peor es que su rival demostró de forma más evidente su potencial ofensivo con una segunda línea que tenía pólvora. Incluso, a balón parado, Kaiser mandó a un cabezazo al larguero ante una mala salida de Serna, su único error en el partido. El conjunto grana zozobraba, transmitía sus dudas a la grada y no fue hasta el final de la primera parte cuando los locales comenzaron a despertar. De hecho generó su mejor ocasión a dos minutos del descanso cuando Dani García, tras revolverse en el área, mandó un remate muy cerca de la meta rival.

Lo mejor para el Real Murcia fue que, aún jugando mal, no iba por debajo en el marcador y su rival se había desgastado físicamente. Incluso, con cuentagotas, los granas habían demostrado que cuenta con jugadores de calidad que podían desequilibrar el partido, pero tenía que mejorar atrás. Y, sobre todo, si quería seguir manteniendo su apuesta por tener el balón, tenía que ser más preciso.

Pero en la segunda parte no cambió el escenario. El Alzira siguió firme y el equipo grana errático en ataque, pero al menos el cuadro valenciano ya no generaba tanto peligro como antes. Solo llegaba a través de centros y faltas laterales, pero Serna volvía a mostrarse tan firme como casi siempre. Mientras Dani García lo intentó en solitario y Armando se probó con una volea desde la frontal.

Pero nada cambió con el paso de los minutos y el choque se dirigía peligrosamente hacia el empate. Por eso Simón, además de meter a Fran García, dio paso después a Boris y Javi Saura por Carrasco y Ganet. Para colmo, minutos después se lesionó Julio Gracia y dejó su puesto a Athuman, propiciando así el estreno como grana del mediocentro canario pero de origen keniata.

Boris, por su parte, sacaba faltas y permitía a su equipo avanzar y tomar aire. El Murcia resistía y el empate final se vislumbraba. Armando, que había adelantado su posición con la entrada de Athuman, se dejaba ver por el área rival pero se le notaba la falta de adaptación a una posición tan adelantada. La grada entendió que su equipo necesitaba ayuda y decidió empujar con sus cánticos a los de Mario Simón. Y fue precisamente el debutante grana el que a diez minutos del final aprovechó un buen centro de Dani García para cabecear a la red.

El equipo grana no había hecho más que el rival para ir por delante en el marcador, pero fue más letal. Y hasta el final del partido sufrió, con Boris teníendo que pelear con los centrales rivales para conservar el balón en la parte de arriba. Y así, sufriendo como nunca esta campaña, peleó por conservar los tres puntos con unos futbolistas que no estuvieron brillantes, pero que al menos demostraron su amor propio para ganar su tercer partido consecutivo en el Enrique Roca.

Simón fue crítico tras el partido pese a la victoria: «Tenemos tener más personalidad, ritmo y dinamismo. Hemos estado pasivos con la pelota en determinados momentos pero la justicia en el fútbol es relativa y el Real Murcia ha sido mejor, aunque el partido ha sido de empate», afirmó el entrenador manchego.