El Murcia se ha desmelenado definitivamente. En el Stadium Gal de Irún mostró, desde el primer minuto, una ambición a prueba de bombas que no decayó con el paso de los minutos ni tampoco a pesar de que llegaran los goles en la portería irundarra. ... Fue un ejercicio de efectividad grana, la muestra de que Mario Simón dispone de un ejército potente y preparado que no debe renunciar ni al ascenso directo y que tiene siete jornadas por delante para hacer soñar al murcianismo.
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Si el Real Murcia sigue jugando en las próximas finales como lo hizo ante el Cornellá hace una semana o frente al Real Unión, es un firme candidato a hacer la proeza otra vez, tanto como el Eldense, Castellón, Amorebieta o cualquiera de los dos filiales que buscan el mismo premio que los granas. Los aficionados murcianistas se frotan los ojos, han visto nueve goles de su equipo en 180 minutos a pesar de que muchos acusaban a Simón de reservón, y han vuelto a recuperar la fe en un equipo que vuelve a morder y que ha despertado en el momento justo tras un mal sueño.
Real Unión de Irún:
Irazusta, Montoro (Iván Pérez, 45), Beobide, Jon Ander (Andrada, 57), Quique Rivero, Oyarzun (Carlos Bravo, 57), Parada (Aramburu, 75), Espigares (Marc Vales), Santos, Luque y Sánchez.
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Real Murcia:
Miguel Serna, Javi Rueda, Alberto González, Iñigo Piña, Arnau Solà, Julio Gracia (Alfon, 74), Segio Aguza (Armando, 67), Pedro León (Loren Burón, 60), Dani Vega (Loren Burón, 60), Arnau Ortiz y Dani Romera (Pablo Ganet, 67).
Goles: 0-1, min. 12, Pedro León. 0-2, min. 16, Pedro León, de penalti. 1-2, min. 30, Oyarzun. 1-3, min. 31, Pedro León. 1-4, min. 44, Dani Romera, de penalti. 1-5, min. 47, Dani Romera.
Árbitro: Muñiz Muñoz, aragonés. Mostró amarilla a Espigares, Montoro, Beobide, Aguza, Parada
Incidencias: Stadium Gal de Irún, mil espectadores en las gradas, una treintena de ellos llegados desde Murcia.
El Real Murcia de la primera parte fue un ciclón que su rival no pudo parar. Fue un equipo inconformista, eléctrico, que siempre quiso más y más. No se empachó con cada gol que cayó de su lado y fue a comerse al rival en cada ataque, hasta el pitido final. Tuvo menos posesión que el Real Unión de Irún en los primeros cuarenta y cinco minutos, 53% frente al 47% del equipo grana, aunque los de Mario Simón tiraron 15 veces a puerta por solo 7 de los locales. Su efectividad fue altísima y mostró una agresividad que hasta la semana pasada parecía perdida.
A los dos minutos Arnau Ortiz ya avisó con un disparo que pegó en un rival y se fue a córner. El Real Murcia mostró una clara vocación ofensiva de inicio y conforme pasaban los minutos fue acumulando acercamientos a la meta irundarra. El mejor, un contragolpe armado por Dani Romera que Dani Vega cruzó demasiado. El equipo de Goikoetxea respondió con una triple ocasión, con tres remates del equipo local de los que uno acabó en el palo, aunque el equipo de Simón no se amilanó y buscó su primer gol. El susto no le hizo recular lo más mínimo.
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Tampoco a Pedro León, que siguió hasta el final un balón que parecía perdido y se aprovechó de la falta de entendimiento entre Montoro e Irazusta, el portero local, lo que dejó al muleño en posición inmejorable para marcar a puerta vacía. Fue un premio a su insistencia y fe. El Real Unión contestó con otra doble ocasión, un disparo de Parada alto y otro mordido de Oyarzun, aunque lo que sí alteró el marcador fue otro disparo del enérgico Arnau Ortiz que se estrelló en la mano de Espigares, que estaba dentro del área. El colegiado decretó penalti y Pedro León, a pesar de haber fallado la semana pasada una pena máxima, se resarció marcando su undécimo gol con un lanzamiento duro y ajustado a la base del palo derecho de Irazusta.
Pero el Murcia quería más. En otro contragolpe de Arnau Ortiz su compañero Dani Vega pecó de egoista y se la jugó con un disparo centrado que paró Irazusta. Después fue Dani Romera, que se frustraba, el que mandó al larguero un disparo desde la frontal. El choque era trepidante y eléctrico, aunque el Murcia dejaba espacios atrás. Como el que aprovechó el Real Unión de Irún, que con un centro lateral de Santos encontró a Oyarzun, que remató a bocajarro para hacer el 1-2.
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Pero el equipo grana ni se inmutó ya que un minuto después una nueva acción de Arnau Ortiz que encontró espacio entre los defensores locales y sirvió a Pedro León para armar un disparo cruzado que batió a Irazusta, que solo pudo recoger el balón de la red. La asistencia fue de sobresaliente, igual que la definición de la estrella grana. Ni el 1-3 frenó el ímpetu de los granas, que siguieron buscando la portería del equipo vasco, que no podía frenar las embestidas granas, un vendaval.
Romera y Dani Vega buscaban su gol, hasta que llegó el segundo penalti cometido por Montoro sobre Dani Vega, que ya encaraba a Irazusta y fue derribado. Y justo aquí, a los 43 minutos, Pedro León, que ya sumaba tres goles, demostró su implicación con el vestuario al rechazar la posibilidad de hacer su cuarto gol y cederle la pena máxima a Romera, necesitado de autoestima. Por eso el 1-4 anotado por el delantero almeriense, al que no le tembló el pulso en el lanzamiento, puede ser el gol más importante del choque y también un punto de inflexión para el Murcia, que si recupera al ex del Castellón tendrá un arma más para pelear por el ascenso.
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Jesús Fernández
De hecho, el propio Romera no tardó ni tres minutos desde que arrancó la segunda parte en aprovechar un regalo de Vales, que despejó erráticamente un balón, para hacer el 1-5 y el segundo tanto de su cuenta particular. No fue tan fácil para el delantero grana ya que tuvo que conducir el balón y ajustar su disparo al palo en otra acción cargada de calidad y determinación. El partido era casi perfecto, hasta que Dani Vega se llevó un golpe y se tuvo que retirar cojeando. Igual que Aguza.
El equipo grana, a diferencia de la primera parte, se hizo dueño del balón y se dedicó a controlar el partido sin tanta ansiedad por marcar más goles pero sin renunciar a ello. El Real Unión de Irún se dedicaba a perseguir el balón pero ya no se acercaba con peligro a la meta de Serna, que había cumplido. Simón, mientras tanto y al contrario de lo que suele hacer habitualmente, movió el banquillo rápido y dio muchos minutos a futbolistas como Loren Burón, Toril, Ganet, Armando y Alfon, a pesar de que mantener los goles de ventaja era fundamental para posibles empates al final en la zona alta. Algo que posibilitó el propio Serna con una gran parada en el último minuto de un partido que demuestra que el Murcia ha pasado el resfriado y ya está en perfecto estado para dar otra alegría histórica a su afición.
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