El equipo de Pablo Alfaro fue reconocible en La Rosaleda y demostró que con el paso de los meses aprendió la lección del 1-4 ... encajado ante el Málaga en la primera vuelta. A diferencia de aquel día, no hizo concesiones en un trabajo al que todos contribuyeron. De hecho, no se notó la sensible baja de Alberto González. Marcos Mauro y Rofino rindieron con muy buena nota en el centro de la defensa y desactivaron a Roberto, segundo máximo goleador del grupo. Con un bloque fuerte e intenso, no dejó espacios para el talento rival. Dani Lorenzo bajó mucho a recibir y Kevin nunca pudo desbordar a un José Ruiz tan hermético y sólido como siempre. Además, contó con las ayudas necesarias de Dani Vega, ya que el extremo malaguista también se metía por dentro para dejar la banda para las subidas de Víctor García. El Murcia no se desajustó y Manu García también hizo alguna intervención de mérito en la portería.
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Además del trabajo defensivo general, el equipo grana supo salir al partido con el nivel adecuado para mitigar las ganas del Málaga de imponerse desde el principio. Los de Pellicer son la mejor defensa del grupo y no dejan escapar sus ventajas. Además, en muchas oportunidades consiguen adelantarse pronto. El Murcia, que llegaba con cinco porterías a cero seguidas y que rinde mucho mejor cuando no encaja, supo aguantar ese primer arreón contra varios jugadores con chispa y habilidad, como Kevin o Larrubia. Hizo que el partido estuviera en el terreno que más le interesaba al Murcia con menos posesión pero siendo incómodo.
Muy acostumbrado en los últimos meses a vivir grandes entradas en el Enrique Roca, el Murcia se encontraba en esta ocasión con un gran ambiente en contra. Si en casa el resultado en días así suele ser negativo, con fiestas que acaban en derrota, en La Rosaleda no se sintió superado por el escenario. Tenía muy claro cómo quería competir ante el Málaga y el tipo de partido que quería hacer. Se mostró concentrado para ejecutar el plan establecido y mostró la línea a seguir en los próximos compromisos, ya como local. Ante el Ceuta y el Castellón tendrá que saber jugar también con esa atmósfera a favor.
Como en otras ocasiones, el Murcia fue capaz de equilibrar fuerzas más desde la defensa y contrarrestando al rival que desde el ataque. El bagaje ofensivo fue muy escaso. Apenas generó juego y no gozó de ocasiones claras para poder aspirar a algo más que a un punto. La entrada de Isi Gómez en la segunda parte pudo ser un punto de inflexión. Nada más pisar el terreno de juego, los balones empezaron a pasar por el mediocampista. Era un momento para que el equipo creciera en su fútbol y propusiera más, pero el panorama no terminó por cambiar y se fortaleció sin balón con la entrada de Pablo Larrea para situarse al lado de Sabit y jugar con dos pivotes.
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El partido le dio una oportunidad al Murcia para ganar cuando Ferreiro fue expulsado. En ese momento era, además, el jugador del Málaga más peligroso. Sin embargo, no supo aprovecharse de la situación. Alfaro dio entrada a Amín por Carrillo e hizo el relevo previsto once contra once. Era la última ventana de cambios y quizá faltó reflejos para hacer en ese momento la quinta sustitución para variar el guión. Se mantuvo con un delantero y no deshizo el doble pivote, con Pedro León o Álex Rubio en el banquillo. No cambió de registro para pasar al ataque con más decisión. En algo más de 10 minutos puso varios centros pero no generó peligro.
El Real Murcia logró un trabajado punto en su visita al Málaga gracias a un 0-0 en La Rosaleda con casi 23.000 espectadores y más de mil murcianistas. «Ha sido un partido igualadísimo, nivel de 'playoff'. El ambiente de fútbol, dos muy buenos equipos... Hoy hemos vuelto a ser competitivos. Necesitábamos el cien por cien de cada jugador. Seguimos nuestro camino», valoró Pablo Alfaro.
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El equipo grana se llevó un empate tras unos últimos minutos en los que jugó en superioridad. «Puntuar aquí no era fácil. El vestuario no está satisfecho del todo. Es buena señal. En el final del encuentro once contra diez el equipo ha mostrado que quería ir a por el partido. Hemos intentado llegar por fuera y meter centros. Queríamos la quinta victoria seguida, pero sabemos de la dificultad», afirmó el técnico.
Tras la disputa de la jornada 33, los puestos de 'playoff' quedan a cinco puntos de distancia de los granas después del triunfo de la AD Ceuta ante el Baleares y antes de que reciban en el Enrique Roca precisamente al actual quinto clasificado. «Lo veo posible, de manera optimista. El domingo tenemos un partidazo. Puede ser el encuentro en el que podamos dar la medida de si estamos para eso. Estoy convencido de que vamos a aguantar esta pelea hasta el final», aseguró.
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