Creo que a veces, en España, nos sobra forofismo. Y no sólo en el fútbol sino también en la política, por eso hay algunos aspectos sobre el Real Murcia de esta temporada que, creo, deberíamos analizar con cabeza.

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El equipo. De los partidos que ... he visto al Murcia esta temporada he llegado a la conclusión de que, teniendo en cuenta al resto de su categoría, es uno de los mejores equipos. Técnicamente nuestros jugadores son buenos, creo que están bien trabajados físicamente y tiene algo muy claro, que les gusta tocar el balón y lo hacen bien. Y además, luchan. No se les puede poner un pero. Creo que no es pasión de murcianista decir que es uno de los mejores equipos de la categoría. Luego, ¿por qué estamos peleando justitos por la promoción? Pues por errores puntuales en defensa que te cuestan caro. Errores en muchos casos infantiles que, a la postre, te cuestan el partido: como el del Atlético Baleares que nos puso el partido cuesta arriba nada más comenzar el mismo o el del otro día con el Castellón cuando, ya en el descuento y con todo el equipo rival metido en nuestra área intentamos sacar el balón jugado en lugar de darle un zurriagazo. Ésa fue la causa del penalti y no otra. ¿Lo bueno? Que esos errores, como algunos goles que nos hacen en llegada al segundo palo, no son consecuencia de que nuestros jugadores sean malos, que sería lo grave, sino que son fallos de concentración que nuestro equipo puede corregir perfectamente con un buen trabajo al respecto realizado por el técnico.

Mario Simón. Veo que la mayoría de los murcianistas ven al entrenador como un problema. Creo que no es un mal entrenador, de hecho, el sistema que utiliza el 4-2-3-1 da mucha solidez defensiva porque no olvidemos que hoy en día, en cualquier deporte, si quieres competir a buen nivel debes defender bien. Francia, que siempre tuvo grandes jugadores, no ganó nada hasta que aprendió a hacerlo. Ahora, donde yo observo que la cosa falla es que está muy bien que seas sólido atrás, pero da la sensación en algunos momentos de que llegamos con poca gente arriba. Y el Murcia crece si tiene el balón. La prueba de esto es que el otro día, con el Castellón, tras un gol tempranero, el equipo se echaba atrás y ellos tenían el esférico. Cuando en un par de llegadas el Murcia hizo daño, la grada se vino arriba, los jugadores volaban, llegaban antes que los rivales y crearon múltiples ocasiones. Los rivales perdieron el balón y dejamos de correr tras el esférico para mandar nosotros, dejamos de sufrir. Creo que por estos motivos Mario Simón, ascendamos o no, no debería seguir el año que viene. Creo que sería un gran entrenador para cuando las victorias valían dos puntos y los empates eran oro. Para hoy y en un club como el Murcia, no.

La urgencia histórica. Y es que éste es el quid de la cuestión. El Murcia es un equipo con muchísimos seguidores en redes, con el campo que más espectadores recibe en su categoría y con una afición y una ciudad que añoran, ya, la vuelta a la élite. Eso provoca que quizá Simón no sea percibido como un entrenador suficientemente ambicioso y explica otro fenómeno curioso: siendo la Nueva Condomina el estadio con más afluencia de público de la categoría, debería ser un fortín pero, en cambio, da la sensación de que los nuestros juegan nerviosos en casa, como si eso les pesara. ¿Cuál es la clave? Tener algo más de ambición. Yo entiendo que si te adelantas en el marcador esperes al rival, ojo, que no es lo mismo que acularse. Entiendo que le des espacio, pero sal a la contra. El partido del Castellón fue la prueba: pasamos de que se escucharan algunos pitos a que la grada estallara llevando a los jugadores en volandas. ¿Por qué? Porque los jugadores tuvieron dos, tres llegadas, que levantaron a la afición. Y la afición empujó al equipo. Y el futbolista cuando la grada ruge así siente que las piernas le van, se anticipa, presiona. Llegaban antes que los del Castellón a todos los balones. Pudieron marcar uno más o dos. Pero se produjo la catástrofe en el descuento. Lo que pasó en la segunda parte marca el camino. Si el Murcia quiere el balón, la grada le sigue, hay buen equipo y el técnico no es malo. Tenemos aún muchas posibilidades, y debemos de ir a Alcoy a empujar y llenar el campo contra el Eldense. Nada está perdido.

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