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Charlie Dean ayuda al auxiliar a colocar el banderín. G.C. / AGM

Un equipo enfermo

El Real Murcia pierde en casa y se acerca al descenso, tras otro ejercicio de impotencia | La Balona esperó el error de un rival nulo en ataque, errático atrás y al que le ha faltado carácter en los momentos críticos de las últimas semanas

Lunes, 18 de marzo 2019, 09:15

El Murcia es un equipo enfermo, que requiere de una intervención urgente para frenar una hemorragia que no tiene fin. Ni las conjuras colectivas ni los piropos del vestuario hacia Javi Motos, ni tampoco las eternas promesas de que todo va a cambiar, han arreglado la situación de un equipo que se desmorona en la clasificación y que corre el serio peligro de llegar al tramo final de la temporada metido de lleno en la lucha por eludir el descenso a Tercera División. La directiva grana, ante la ausencia de un director deportivo, debe detectar el problema y tomar las medidas necesarias para poner fin a una pesadilla que dura ya nueve semanas, justo las que suma el equipo grana sin ganar.

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Real Murcia

Ian Mackay, José Ruiz (Jeisson, min. 79), Hugo Álvarez, Charlie Dean, David Forniés, Armando, Miñano, Sergi Maestre, Parras (Josema, min. 70), Chumbi y Manel Martínez (Víctor Curto, min. 63).

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RB Linense

Montoya, Sergio Rodríguez, Pierre Cornud, Kibamba (Joe, min. 61), Carrasco, Sana N`diaye, Gato, Tarsi, Cellerino, Pirulo (Carlos Verdejo, min. 81) y Juampe (Ahmed Belhadji, min. 70).

  • Goles: 0-1, min. 75, Pirulo, de penalti. 0-2, min. 89, Gastón Cellerino.

  • Árbitro: Carbonell Hernández (Comité Valenciano). Auxiliado por García Andreu y Moreno Escrivá. Mostró tarjeta amarilla a Sergi Maestre y Hugo Álvarez.

  • Incidencias: Jornada 29 del Campeonato Nacional de Liga en el grupo IV de Segunda B. Estadio Nueva Condomina, césped en perfectas condiciones.

La destitución de Manolo Herrero no fue la solución, ni tampoco la apuesta por un Javi Motos que no ha mejorado al Murcia en nada. No ha dado con la tecla ni en lo deportivo ni en lo psicológico. Los continuos descalabros de las últimas semanas (9 partidos sin ganar) dejan a los granas a seis puntos de la promoción y a ocho del descenso directo a falta de nueve jornadas para el final de una Liga que se ha convertido en una pesadilla para los aficionados granas que todavía acuden a la Nueva Condomina.

Lo peor es que el miedo ya se atisba en la cara de unos futbolistas que ahora sí ven el peligro de cerca y que están paralizados ante la enormidad de un atolladero que ya no es resultado directo de los problemas económicos de comienzo de la temporada. Los Gálvez y Toni Hernández ya no están. La directiva actual ha pagado seis nóminas y tiene previsto pagar la séptima esta semana y, además, ya hay agua caliente en Cobatillas y los terrenos de juego del campo de entrenamiento y la Nueva Condomina están en perfecto estado para jugar al fútbol.

El gol del equipo gaditano llegó tras un fallo de Charlie Dean, que obligó a Hugo Álvarez a cometer penalti sobre Pirulo

Y aunque ya no están Dani Aquino, Héber Pena o Corredera, el Murcia tiene suficiente artillería para enmendar la situación y pelear, al menos, por meterse en la Copa del Rey la próxima temporada, una futura fuente de ingresos para un club que está en un momento crítico, a pesar de que algunos futbolistas todavía no se han enterado. Las luces de alarma ya están encendidas y los próximos encuentros ante dos equipos que están abajo, el filial del Granada y el Don Benito, deben servir para que el Murcia despierte de una vez y no espere a que el peligro del descenso sea una maremoto de consecuencias inimaginables. Es el momento de los futbolistas de verdad, de los que han trabajado en su carrera para triunfar en situaciones como esta, y no para los que se esconden ante la adversidad y prefieren mirar para abajo. El Murcia solo necesita que los primeros den la cara y se lleven por delante a los segundos.

Encefalograma casi plano

A los pocos minutos de juego quedó en evidencia que está huérfano de ideas, sin mordiente. Chumbi y Forniés, ante la ausencia de los jugadores ofensivos del centro del campo, tiraron del carro. Solo un disparo de Parras, que se encontró con un Montoya que evitó el primer gol del partido con una gran intervención, se puede catalogar como una ocasión clara de los granas en la primera parte. El Linense, que se mantenía agazapado esperando un fallo del rival, avisó en el minuto 41 de la primera parte con un disparo de Pirulo que hizo intervenir a Mackay.

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La segunda mitad fue mejor para el Murcia, al menos en los primeros minutos. A los cuatro minutos un gran centro de Forniés no fue aprovechado por Manel Martínez, que a pesar de rematar en boca de gol y con el portero visitante ya batido mandó la pelota por encima del larguero. Fue la mejor ocasión grana del partido. El equipo gaditano respondió con dos ocasiones claras, la primera tras un contragolpe ejecutado por Pirulo que acabó con un disparo duro y raso de Juampe que paró Mackay. Unos segundos más tarde el exgrana Carrasco remató de cabeza al larguero. Fue la antesala del desastre.

Motos movió el banquillo, dio entrada a Curto por Manel, y también a Josema, pero todo se fue al traste después de que Charlie Dean, en un error imperdonable, perdiera un balón ante Pirulo, que tras escaparse y entrar en el área grana fue derribado por Hugo Álvarez. Otro fallo mortal que acabó en un penalti fue transformado por el propio Pirulo, que se convirtió en el principio del fin. Los fantasmas aparecieron en la Nueva Condomina y también los cánticos contra los jugadores.

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Sobre todo tras el 0-2 de Cellerino, que aprovechó una gran jugada de Gato para poner el broche final de un partido que quizás hubiera cambiado si un gran cabezazo de Chumbi hubiera acabado en la red y no despejado por una mano prodigiosa de Montoya, que frenó las leves embestidas de un Murcia que no muerde ni se deja sentir. Como dijo ayer Maestre después del partido, «el Murcia ya está en el lío». El del descenso, claro.

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