Raúl Alcaina, jugador del Real Murcia, se lamenta tras fallar una ocasión frente al Betis Deportivo Guillermo Carrión / AGM

Real Murcia - Betis Deportivo

El Betis B saca los colores a un Murcia acomplejado

Los granas fueron siempre a remolque del filial verdiblanco, que mandó en el partido y dejó al descubierto las carencias de un equipo que se ha desmoronado en una semana

Domingo, 29 de septiembre 2024, 18:13

El Murcia se tambaleó ante el Betis Deportivo como si fuera un débil púgil que ha recibido dos duros golpes y es incapaz de volver ... a ponerse en pie. Como si el zarpazo recibido en Alicante y la triste eliminación de la Copa Federación le hubieran robado la autoestima y la energía en apenas una semana. Es verdad que los de Fran Fernández habían alcanzado el liderato sin estar al cien por cien, pero son un equipo mucho mejor del que no pudo plantar cara a un Betis Deportivo más enérgico y atrevido. El de la séptima jornada fue un Murcia cohibido, encorsetado e incluso acomplejado, que no encontró caminos hacia el gol y que incluso fue incapaz de mantener su puerta a cero, de agarrar un punto que hubiera sido un tesoro.

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Real Murcia

Gazzaniga, David Vicente, Alberto González, Saveljich, Cadete, Yriarte (Boateng, 55) (Larrea, 69), Moha, Carlos Rojas (Toral, 55) , Pedro León, Juan Carlos Real (Ben Knight, 69)) y Alcaina (Carrillo, 62).

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Betis Deportivo

Guilherme, Lucas Alcázar (Xavi Pleguezuelo, 85), Mateo Flores (Marciano, 65), Ángel Ortiz (Busto, 65), Dani Pérez (Carlos Reina, 45), Marcos (Destiny, 65), Souleymane, Sergio Arribas, Carlos Guirao, Isamel Barea y Rudy Kohon.

  • Goles: 0-1, min. 76, Souleymane.

  • Árbitro: Alemán Pérez, del comité canario. Mostró amarilla a Cadete, Mateo Flores, Moha, Carlos Reina, Alberto González y Toral.

  • Incidencias: Estadio Enrique Roca, 12.234 espectadores. Antes del choque, el vicepresidente Juanjo Fernández homenajeó a Juanjo, central que vistió diez años de grana.

Ni siquiera el acicate de poder agarrar el liderato en solitario con una victoria fue suficiente para el peor Real Murcia de la temporada, uno sin gasolina y falto de fe y confianza que se dejó batir por un rival joven, con calidad, que no tenía nada que perder y que encontró en el Enrique Roca el escenario ideal para mostrar todo el fútbol que lleva dentro ante la presa ideal. Al menos solo se trata de la jornada 7 y el equipo grana se puede consolar con la derrota de otros rivales directos en la lucha por el ascenso y sabiendo que queda mucho para enderezar el rumbo y borrar la imagen mostrada ante unos aficionados que comienzan a perder la paciencia.

Sorpresas en el once inicial

Fran Fernández dio un giro de tuerca a su once inicial tras los dos últimos traspiés del equipo grana. La principal novedad en su equipo fue la presencia de Saveljich en el centro de la defensa, que Yriarte formara pareja en la medular con Moha tras disputar 120 minutos en la Copa y que Rojas, un futbolista que no termina de explotar, fuera el encargado de reemplazar al lesionado Loren Burón. Eso sí, las molestias de Kenneth Soler y Pedro Benito impidieron al el técnico almeriense tuviera otras opciones para reemplazar al futbolista de Puente Genil. El equipo grana no se podía permitir otro tropiezo que le hiciera perder su situación privilegiada en la cabeza de la tabla del grupo 2.

Además, el Real Murcia saltó al terreno sabiendo, tras las derrotas del Mérida y el Hércules, que de ganar al Betis Deportivo acabaría durmiendo de nuevo como líder y trasladando a su afición de nuevo motivos para soñar tras la derrota del Rico Pérez y el patinazo en la Copa Federación, eliminación que hizo más de daño todavía a un equipo que necesitaba volver a sonreír, a ser él mismo. Pero nada fue como se esperaba.

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Pese a las necesidades granas, la primera parte arrancó con dominio del Betis B pero con una ocasión para el Real Murcia generada por Alcaina y culminada por Real, aunque con un flojo disparo del gallego que atajó sin problemas Gilherme. Fue un espejismo ya que el choque se convirtió después en un monólogo verdiblanco. El balón era del equipo de Arzu y también la sensación de que en cualquier jugada que terminara de cuajar el equipo visitante podía encontrar el gol. El equipo grana se mostraba espeso con dos hombres, Cadete y Rojas, especialmente erráticos, y con Yriarte demasiado cohibido y perdido.

El equipo grana parecía cansado y su nivel de presión arriba no era el mismo que hace una semana en el Rico Pérez, cuando Pedro Benito asfixiaba la salida de balón del Hércules. Lo mejor es que el Betis Deportivo no se acercaba con demasiado peligro y el cuadro grana parecía firme atrás. Eso sí, la afición grana, aunque apoyaba, se empezó a impacientar y a los veinte minutos comenzaron a oírse los primeros pitos de desaprobación al juego y planteamiento de su equipo. El Murcia, demasiado atrás, necesitaba encontrar a Moha y parecerse más al de los primeros minutos de Alicante.

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El disparo de Ismael Barea y un error en la salida de balón desde atrás de Gazzaniga y sus compañeros terminó de enfandar a la afición grana, que temblaba cada vez que el Betis Deportivo atacaba por la banda izquierda de Cadete y Rojas. El Real Murcia estaba roto, desnortado, superado por su rival y con su propia afición perdiendo la paciencia. Y eso que el cuadro murciano jugaba para ponerse líder del grupo 2. Pero cuando más gris estaba todo, el equipo de Fran Fernández comenzó a despertar, a tener más el balón y a acercarse a la meta rival con tres cabezazos de Alcaina, David Vicente y Juan Carlos Real. La grada se volvió a enchufar y empujó a su equipo con una ovación sabiendo que necesitaba recuperar anímicamente a sus jugadores.

Revolución fallida

La segunda parte arrancó, otra vez, con dominio asfixiante del Betis Deportivo. Por eso Fran Fernández se vio obligado a mover a su equipo en los primeros compases y a enmendar un error de planteamiento inicial al sentar al agotado Yriarte para dar entrada a Boateng. Y también al cuestionado Carlos Rojas por un Toral que hasta ahora había tenido muchas menos oportunidades que el jugador cedido por el Almería. La mejora fue inmediata, al menos en actitud del equipo, y más tras dos acciones seguidas generadas por el canterano grana. Además Carrillo reemplazó a Alcaina en un intento de Fran Fernández de dar más energía al ataque grana.

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Pero solo fueron fuegos de artificio ya que el equipo grana volvió a torcerse en ataque y siguió siendo torpe y deslavazado. De hecho apenas fue capaz de generar un disparo cruzado de Carrillo que no inquietó en exceso a Gilherme. El filial verdiblanco volvió a recuperar el control ante la falta de iniciativa grana en ataque y volvió a acercarse con peligro hasta la meta de Gazzaniga. Hasta que un disparo de Marciano, con el Murcia reculado atrás, acabó con un balón muerto en el área y un remate a bocajarro de Souleymane que acabó de matar a un Real Murcia sin recursos. Eso sí, el tanto pudo ser anulado por posible fuera de juego.

En el tramo final estuvo más cerca el 0-2 con un disparo de Carlos Reina que el empate. Y también con un disparo cruzado de Marciano que despejó Gazzaniga con una mano providencial. Y es que el Real Murcia apenas plantaba cara con un remate blando de Ben Knight y un disparo desde la frontal de Saveljich que se fue rozando el palo. Al final, con todo perdido el Murcia se volcó a la desesperada y rozó el gol con los dos últimos remates de Alberto González y Cadete, pero no bastó y acabó el partido frustrado, impotente, como si se le hubiera olvidado todo lo bueno que había mostrado en los primeros partidos de la temporada.

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