Iker Guarrotxena y Manu García, con gestos de resignación. LOF

CD Castellón-Real Murcia

Baño de realidad del Murcia en Castalia

El equipo grana estuvo más cerca de caer goleado en la casa del líder que de empatar ante un Castellón con suplentes y que falló varias claras ocasiones de gol

Domingo, 17 de diciembre 2023, 20:33

Un Castellón con muchos jugadores titulares en el banquillo y con la puntería desviada se deshizo sin problemas de un Real Murcia menor, acomplejado, que ... estuvo más cerca de caer goleado que de empatar en Castalia. Fue otro baño de realidad en un partido grande por el historial de ambos contrincantes que mostró las diferencias entre un aspirante al ascenso bien armado, con argumentos y muchos futbolistas con la actitud adecuada, y otro que es solo una caricatura. En Castalia una máquina engrasada aplastó a un Murcia que a pesar de contar con el mismo potencial económico que su rival, estuvo muy lejos de empatar. De hecho, apenas le intimidó a pesar del ajustado 2-1 final.

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El Real Murcia es un equipo sin fútbol, y sin gasolina. Un conjunto que da muchas facilidades atrás a sus rivales, ya sean equipos potentes como el Castellón o humildes como el Sanluqueño o el Antequera. Un equipo que tampoco funciona con Pablo Alfaro, que solo ha conseguido 5 puntos de 18 posibles y cuyo director deportivo, que estará en Estados Unidos hasta enero, ha errado en la construcción y la elección de unos futbolistas que no están dando la talla. El Murcia, que solo mostró ímpetu en algunos momentos del partido, es un equipo deprimido que a finales de 2023 está muy lejos de remontar el vuelo y acercándose peligrosamente hacia la zona de abajo.

Castellón:

González, Chirino, Alberto, Indias (Julio Gracia, 79), Manu Sánchez (Borja Gil, 79), Villahermosa, Borja Granero, Moyita, Raúl, Medunjanin y De Miguel.

2

-

1

Real Murcia:

Manu García, Rofino, Alberto González, Andrés López, Mariano Carmona (Sergio Santos, 61), Imanol, Larrea (Pina, 77), Marc Baró, Pedro León (Dani Vega, 71), Guarrotxena (Rojas, 61) y Carrillo (Rodri, 77).

  • Goles: 1-0, min. 29, Medujanin. 1-1, min. 47, Carrillo. 2-1, min. 52, De Miguel.

  • Árbitro: Usón Rosel, aragonés. Mostró amarilla a Larrea, Pablo Alfaro, Pedro León, Manu García, Carrillo, Indias, Imanol, Borja Granero, Rojas y Gonzalo.

  • Incidencias: Castalia, cerca de 14.000 espectadores, un centenar llegados desde Murcia.

Una presencia inesperada

Las sorpresas fueron la nota predominante en la alineación de Pablo Alfaro. Sobre todo llamó la atención la presencia de Mariano Carmona, un canterano que dejó en el banquillo a futbolistas muy importantes de la plantilla grana. Pero sobre todo, el técnico aragonés tiró de un sistema con tres centrales para frenar al Castellón, que juega con este dibujo que le ha dado muchos frutos. Además, Alfaro puso de inicio a Carrillo, un delantero corpulento y con más condiciones para el juego aéreo que hizo de '9' en puesto de Rodri, un futbolista más ratonero.

Y el choque arrancó con un ritmo frenético, sobre todo por parte de un Real Murcia eléctrico y despierto que sorprendió al Castellón. A los diecisiete segundos Guarrotxena, fruto de la presión colectiva del equipo grana, disparó a las manos de Gonzalo. Los de Pablo Alfaro intentaron maniatar a los castellonenses presionando muy arriba con mucha energía.

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Pero el equipo de Schreuder fue deshaciéndose de la presión poco a poco gracias a Medunjanin y Manu Sánchez, que hacían sufrir por la derecha a un Marc Baró a buen nivel. A los nueve minutos el Castellón enseñó los dientes pero el propio Baró, de forma arriesgada, despejó a córner. El conjunto blanquinegro fue acumulando cada vez más gente arriba, demostrando por qué es el equipo más ofensivo del grupo.

El equipo grana debía resistir y esperar su momento para pegar a su rival, aunque el colegiado, Usón Rosel, decidió también echarle una mano a los locales señalando un penalti que no era, una mano que no fue tras un disparo de un jugador del Castellón que pegó en el pecho de Rofino. Pero el Murcia estaba enchufado, parecía una tarde distinta a las demás y Manu García adivinó las intenciones de Medunjanin, que disparó fuerte y a la izquierda del portero grana, que despejó el balón con una gran estirada.

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Pero la parada no dio las suficientes energías al Murcia para frenar al Castellón que se puso otra vez manos a la obra para perforar la portería grana. El equipo local ejecutaba sus jugadas de ataque de forma veloz y llegaba la meta de Manu García con facilidad. De hecho, a los veintidós minutos el Castellón disfrutó de una ocasión doble, primero con un disparo a la media vuelta de Raúl Sánchez que despejó el meta grana, y después con el rechace cazado por Indias, que disparó pegado al palo.

El Murcia necesitaba tener más el balón, elaborar más el juego, poder respirar y pensar, pero fue el Castellón el que demostró que no solo era capaz de hacer daño al Murcia con jugadas en transición, también a balón parado. Y es que a la media hora una falta cercana al centro del campo fue botada por Moyita para que Indias, en la frontal del área, cabeceara buscando a un Medunjanin que, solo, esta vez no falló y fusiló a Manu García. Una jugada, la del 1-0, en la que quedaron retratados Rofino e Imanol, que fueron muy pocos contundentes. Una vez más el Murcia parecía una ONG.

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Hasta el final del primer tiempo el Real Murcia apenas pudo seguir defendiéndose y buscar, a lo loco, el empate en los instantes finales. Demasiado poco para un equipo que tenía en Castalia la oportunidad de reivindicarse tras un arranque de temporada penoso y también de ilusionar a sus aficionados, que comenzaron pensando que su equipo pelearía por subir a Segunda y se han visto muy lejos de la pelea en apenas cuatro meses.

Un sueño efímero

La segunda parte arrancó como la primera, aunque con una diferencia: el Murcia logró el empate tras presionar con eficacia una salida de balón del rival y armar una jugada de gol en apenas tres toques. Los culpables: Guarrotxena y Marc Baró, que robaron un balón en el centro del campo y sirvieron un centro medido al segundo palo para que Carrillo empujara el balón a la red. El Murcia debía aprovecharse del golpe anímico para no caerse otra vez, como en la primera parte.

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Pero la historia se repitió una vez más y a los seis minutos el cuadro grana volvió a mostrar sus carencias defensivas. Y el Castellón tiró de ingenio ya que Borja Granero, el central zurdo, se fue de Mariano Carmona por la línea de fondo para servir a De Miguel, en el segundo palo, que solo tuvo que empujar el balón a la red para hacer el 2-1. Demasiado fácil. El Castellón no estaba haciendo su mejor partido en casa, pero le bastó para ganar.

Alfaro metió en el campo a Sergio Santos y Carlos Rojas, dos de los sub-23 cuyo rendimiento está siendo bajo, y eso que el banquillo tenía el aragonés a futbolistas como Dani Vega, Pina o Rodri. El Castellón, tras el 2-1, bajó la intensidad y el Real Murcia ganó metros y presencia. Pero con los cambios, tampoco con las entradas posteriores, los granas consiguieron ser más peligrosos.

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Los castellonenses esperaban su momento para sentenciar, aunque no sufrían. A los 68 minutos Raúl Sánchez disparó con peligro mientras que nueve minutos más tarde Medunjanin, tras una gran jugada de Manu Sánchez, se relajó dentro del área y su disparo, que parecía el 3-1, lo sacó Marc Baró bajo los palos. En el tramo final incluso Raúl pudo marcar, pero cruzó demasiado su disparo, y también Moyita, en una ocasión múltiple de un Castellón en el que también entró el exgrana Julio Gracia en el tramo final.

Solo las aventuras en solitario de Carlos Rojas en la segunda mitad, un escaso bagaje para los granas, mantuvieron al Real Murcia en un partido que dejó al descubierto, una vez más, las carencias del equipo murciano y sus incapacidades manifiestas para estar, ni de lejos, cerca de los primeros puestos.

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