tJosé Núñez Mediavilla y Enrique Baeza, portavoces de Alfonso García, el pasado jueves. GUILLERMO CARRIÓN / AGM
Fútbol | Real Murcia

Alfonso García, otro 'salvador' perdido para el Murcia

La profecía de Samper. El madrileño siempre receló de los que se acercaban a su club. Perea, Moro, Mauricio y Gálvez ya le dieron la razón al expresidente

SERGIO CONESA

Murcia

Sábado, 13 de junio 2020, 02:02

Jesús Samper, presidente y dueño del Real Murcia entre 1998 y 2015 (año de su muerte), acuñó en su última etapa al frente del ... club grana el término de 'salvadores' para calificar a todos aquellos presuntos inversores que decían tener un proyecto y una liquidez para rescatar a la entidad centenaria. Samper avisó de que no se fiaba de casi ninguno de esos inversores que se acercaban a un club casi siempre en crisis y se resistía, pese a todo, a abandonarlo sin saber si su sucesor sería una persona seria. El madrileño, con sus luces y sombras al frente del club grana que ya están más que repasadas, siempre hizo hincapié en las dificultades que existían a la hora de dejar el timón del conjunto pimentonero en manos del primero que argumentara tener solvencia para manejar una situación tan complicada a nivel económico.

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Ahora, cuando han pasado unos cuatro años y medio desde su fallecimiento, sus palabras siguen estando vigentes. El espectáculo bochornoso de esta semana en el cierre de la ampliación de capital del Real Murcia es una buena muestra de ello. Porque, con la excepción de Martínez-Abarca y especialmente de la directiva que encabeza el notario Paco Tornel, durante este periodo de tiempo se han acercado muchos nombres al club grana y ninguno ha sido el salvador que prometía venir con los bolsillos llenos. Ni mucho menos.

Dudas y más dudas

Alfonso García no es Antonio Perea, ni Raúl Moro, Mauricio García de la Vega. No es, ni mucho menos, Víctor Gálvez. Al empresario aguileño lo avala su trayectoria en Urcisol y en el Almería a nivel futbolístico. Sin embargo, la gestión de su posible entrada en el Real Murcia ha sido nefasta. Su interlocutor, José Núñez Mediavilla, no ha sido el adecuado para que se llevara a cabo. Además, los argumentos ofrecidos sobre lo que ocurrió la noche del miércoles dejan muchas incógnitas.

Lo que sí es cierto, y lo mostró José Núñez Mediavilla en su teléfono, es que Tornel no pudo poner más facilidades a Alfonso García. Poniendo solo 100 euros lo hacía consejero por cooptación y le permitía ver el más mínimo detalle del club desde dentro. Sorprendentemente lo rechazó mientras su representante habla de aportar cifras millonarias al club. Es algo que no se sostiene.

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La entidad grana descarta que Alfonso García lo vuelva a intentar y el grupo de Tornel mantiene la hoja de ruta prevista

Uno de los primeros interesados en el Real Murcia que salió a la palestra fue Antonio Perea. El empresario archenero, con negocios en Oriente Medio, Asia y África, aseguró en 2014 que le había hecho una oferta de compra a Jesús Samper que no llegó a concretarse. Perea, asesor del jeque y dueño del Manchester City, también lo intentó un año después retomando las negociaciones en nombre de un fondo de Singapur sin conseguir resultados. Incluso probó con el jeque Sulaiman Alfahim que llegó a negar a través de las redes sociales cualquier posible vinculación: «No voy a Murcia y no estoy involucrado en ningún negocio relacionado con el Real Murcia», zanjó. Perea tuvo que sacar la bandera blanca definitivamente.

Raúl Moro (I), Víctor Gálvez (arriba), Antonio Perea (abajo) y Mauricio García de la Vega (d). Fran Manzanera / Javier Carrión / Nacho García / Guillermo Carrión

El siguiente que dio el paso a finales de 2016 para sacar a flote al Real Murcia fue Raúl Moro. Compró 400.000 euros en acciones del club grana y se convirtió en el segundo máximo accionista. Más adelante, en junio de 2017, consiguió hacerse hasta con el 84% del club cuando compró sus títulos a Gonzalo Samper por unos 150.000 euros. Además, en la campaña 2016/17 aportó 464.000 euros de su bolsillo. Sin embargo, el extremeño será más recordado porque durante su gestión, con Deseado Flores, Miguel Martínez o Pedro Contreras a su lado, aumentó la deuda del club en varios millones. Incluso, el abogado Higinio Pérez, en su denuncia ante la Fiscalía, señaló que en la eliminatoria de Copa del Rey contra el Barça hubo, presuntamente, movimientos irregulares en la taquilla, así como en otros partidos. El legado de Moro es tan oscuro como su persona.

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Mauricio, solo tres meses

Siguiendo la ronda, a principios de 2018, Mauricio García de la Vega aterrizaba en Nueva Condomina con Moro cediéndole las acciones. «No he venido aquí a perder dinero ni a tirarlo», dijo en su presentación. Apenas estuvo tres meses al frente del Real Murcia en los que aportó unos 50.000 euros aproximadamente. Sin embargo, durante ese periodo rescindió el contrato de varios jugadores como Chamorro y Álex Ortiz que demandaron al club. Todo ello unido a un contrato blindado a Pedro Gómez Carmona que también acabó en una cuantiosa indemnización cuando fue despedido por Moro al recuperar el mando.

El broche a estos controvertidos gestores lo puso Víctor Gálvez. El 11 de abril de 2018 se colocó al frente del club tras una Junta de Accionistas a la que no dejaron entrar al mexicano. Su etapa duró hasta que en noviembre Tornel y su equipo llegaron para salvar a un Real Murcia moribundo. Durante ese tiempo el oriolano dejó frases para el recuerdo como que «al Murcia vendrán los mejores jugadores del mundo y tendrá una gestión profesional». La realidad fue totalmente distinta. Más deudas, jugadores sin cobrar tras firmar contratos inasumibles y la imagen del club por los suelos. Su gestión, como la de Mauricio, acabará en una querella que ultima el club grana.

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