Real Murcia

Alfaro, mucho trabajo en poco tiempo

Según explicó el entrenador maño, el Murcia aún tiene hábitos por lo que venía haciendo. La idea de Alfaro parece pasar por la presión alta y un bloque medio, pero el equipo grana se vio muchas veces metido atrás. La calidad del Castilla para someter con la posesión influyó, pero también lo hace la trayectoria reciente. Munúa buscó la seguridad defensiva desde el repliegue. Ahora el equipo tendrá que ir ganando la suficiente confianza para defender más hacia adelante y no sentirse tan dominado como ya ha ocurrido muchas veces y también pasó ante el filial blanco. Igualmente, ese posicionamiento tan retrasado dificultó que el Murcia pudiera enlazar con los atacantes y estirarse más a menudo.

La parte ofensiva es otra cuestión a reseñar. El equipo se vio lejos de la portería rival por esa tendencia adquirida de cerrarse cerca de Manu García. Además, Alfaro apuntó a varios conceptos del juego como el escalonamiento de los jugadores. En ese sentido, se vio un centro del campo novedoso con tres medios. Ya se habían visto las duplas Pina-Isi e Imanol-Isi, pero era la primera vez que se combinaron los tres. Imanol fue el '6' y Pina e Isi tenían más libertad. Quizá hubo momentos en los que ocuparon alturas parecidas y faltaron líneas de pase y juego entre líneas que hiciera progresar las jugadas más allá de chispazos en transición con Rubio o Guarrotxena. El equipo, excitado y precipitado en ocasiones, tiene margen de crecimiento en el juego de equipo.

Para realizar la presión alta antes mencionada, además de estar bien coordinada, necesita una buena condición física. El Murcia ha pasado por muchos problemas de lesiones que ahora intenta dejar atrás. La enfermería se va vaciando y Alfaro necesita dotar al equipo de más frescura y ritmo para estar a la altura de los mejores equipos.

Para ese crecimiento siempre ayuda una portería a cero. Alfaro ya tiene la primera. Para el Murcia es la cuarta puerta a cero seguida en el Enrique Roca, que encajó seis goles en sus primeros dos partidos de Liga. La seguridad también viene de Manu García, castigado en esos dos encuentros y que ya parece consolidado en la portería. Fue el mejor en Ceuta y ayer hizo intervenciones valiosas para el empate.

Alfaro decidió jugar con un 4-3-3 en su debut, un sistema, reconoció, condicionado por la propia propuesta del Castilla. El técnico ya ha remarcado que tiene una plantilla para usar diferentes sistemas. Y en anteriores banquillos se ha mostrado favorable a esa versatilidad táctica. De hecho, acabó el partido con un 4-4-2, el dibujo tipo de Munúa.

También será una opción para el nuevo entrenador grana, así como el 4-2-3-1 que habilitaría a jugadores como Arturo Molina, hasta ahora en un segundo plano. A eso se añaden los matices dentro del mismo dibujo que aporten unos jugadores u otros. A partir de esta semana, también será el momento de que el Murcia defina qué sistemas le sientan mejor para aplicar las ideas de Alfaro.

A pesar del poco tiempo que lleva Alfaro en Murcia, ante el Castilla ya tomó decisiones significativas en todas las líneas. Algunas implicaron continuidad, pero otras supusieron cambios. Entre las cosas que no quiso modificar el nuevo técnico estuvo la defensa. Para empezar, mantuvo en el lateral derecho a Sergio Santos, que ya fue titular en Ceuta, por delante de un José Ruiz que parecía consolidado.

Además, Zalaya, ya recuperado, regresó al lateral izquierdo. El central tuvo una actuación convincente y sin ser su posición natural está aportando mucha seriedad. Pero el nombre propio que más reluce es el de Andrés López. Con el cambio en el banquillo, el central murciano del Imperial sigue en el eje de la defensa al lado de Alberto González y cada vez juega con más confianza a la hora de frenar a los rivales y de jugar el balón.

Entre las noticias estuvo la vuelta de Imanol, que había salido de los onces iniciales. Y mostró su despliegue y actividad para ocupar mucho espacio. La otra nota novedosa fueron las bandas. Guarrotxena, hasta ahora segundo punta, volvió a sus orígenes jugando en la banda y propició que el Castilla se quedara con 10, un momento clave en el desarrollo del partido.

Lo mismo pasó con Álex Rubio, más habituado a ser un delantero y que de partida ocupó la banda izquierda. Ambos reemplazaron a los extremos que venían siendo habituales, Dani Vega y Carlos Rojas. Ambos entraron en la segunda parte para ofrecer más alternativas.