'West Side Story', el esperado musical de Spielberg

Y llegó la Navidad, la mejor época del año (aunque algunos me odiéis por ello). También para los amantes del cine es una época muy buena, porque llegan las películas que empezarán a competir por premios en breve, y por las taquillas. Por eso esta Nochebuena tenemos al genio Spielberg estrenando, y el relanzamiento de una de las franquicias más famosas de este siglo. Una buena cartelera para el fin de semana de fiestas.

Steven Spielberg es un gran explorador de los géneros cinematográficos. Unos se le dan mejor que otros, por ejemplo la comedia se le resiste, pero a pesar de su edad no se rinde y sigue forzando sus límites. Los que seguimos su filmografía venimos notando sus ganas de hacer un musical desde '1941' (1979), o desde el número inicial de 'Indiana Jones y el Templo Maldito' (1984), y sobre todo, desde algunos arranques de 'El color purpura' (1985).

Quizás la mejor manera de que pudiera estrenarse en el cine de canciones y bailes es esta con un clásico imitando a otro clásico, haciendo el remake de una obra maestra llamada 'West Side Story', y que en 1956 se atrevió a tratar temas de integración que estaban vedados. En esta nueva versión el espíritu transgresor es el mismo, la ambientación y la historia es más auténtica, las coreografías más espectaculares, pero se mantiene lo más importante, la historia de amor a lo Romeo y Julieta de un chico y una chica pertenecientes a bandas rivales que luchan por controlar las calles de Nueva York. El pulso del maestro se nota en cada plano.

Hay una especie de secta que sigue a Neo, que no es otro que el protagonista de la saga Matrix, que empezó hace veinte años y se interrumpió hace década y media. Ahora hay un reinicio con 'Matrix resurrections', que según los matrixrologos reverdece laureles y dicen que está a la altura del resto de la saga (no especifican que altura es esa).

Esta cuarta entrega cuenta también, como las originales, con el desnortado Keanu Reeves y Carrie-Anne Moss (actriz de one-hit wonder). El argumento de Matrix es como uno de Almodovar multiplicado por cien y pasado por Kubrick con gafas de sol. Así que sólo deciros que va sobre un mundo duplicado, el que vemos y el real (como las series de adolescentes). Si os va ese rollo podéis hacer sesión doble de multiverso con 'Spiderman: no way home', y duplicaréis ración de acción adrenalitica.

Por si no teníamos bastantes duendes navideños con nuestros políticos improvisando medidas restrictivas en la víspera de Nochebuena (como si les hubiera sorprendido que este año cayera en 24 de diciembre), hoy tenemos una película que es el reverso oscuro de estas fechas, 'Silent night'.

Una familia encabezada por Keira Knightley y Matthew Good, afrontan la destrucción del mundo con flema británica, celebrando una fiesta más parecido al te de las cinco que a una bacanal finisecular. Es un film con noventa minutos de perfecta tensión en ascenso, impregnado de un humor negro muy british. Todos los invitados de la fiesta bailan al son de la orquesta del Titanic mientras el planeta se destruye. Una suma de 'Armagedon' (1998), 'Los amigos de Peter' (1992) y 'La hora final' (1959), pero con la vocación de ser la 'Melancolía' (2011) de Lars Von Trier.

'Canta 2' ya estuvo en estos artículos hace unas semanas, pero por esos inescrutables caminos de la exhibición cinematográfica, hoy es el día en que podemos ver a estos animales que organizaban una especie de «Operación Triunfo» en la primera parte. En esta entrega pasa lo mismo pero uno de los animales es Bono, el de U2. Creo recordar que entonces ya me escandalicé de cómo caen los poderosos.

Lo más destacable de la semana es el obligatorio (y tradicional) visionado de 'Qué bello es vivir' (1946) y de 'Love Actually' (2003). Cada año son un poco mejor. Tanto la fábula moralista de Capra, como la tierna comedia inglesa, son dos apuestas seguras para reconciliarte con el mundo y que no te cueste una ulcera desearle feliz Navidad a cierta gente.

Que tengáis una Navidad de cine.

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