El ritual musical de Dorian, uno de los platos fuertes de esta edición

Desde que iniciara su trayectoria en 2004 con el interesante '10.000 metrópolis', trabajo menor si lo comparamos con triunfos posteriores tan destacados como 'El futuro no es de nadie' o 'La ciudad subterránea', su cima indiscutible, la banda barcelonesa Dorian ha ido construyendo paso a paso una carrera artística repleta de aciertos.

Contando a su favor con una estética propia y un sonido reconocible a la primera escucha, el grupo ha ido consolidando un lugar importante en el panorama musical patrio gracias a canciones que, ya fuera desde la energía particular del estudio o con su elegante y compacta puesta de largo en directo, atrapan con envidiable eficacia y sin opción a la réplica dubitativa.

En este sentido, resulta imposible no citar puntos tan altos de su repertorio como 'La tormenta de arena', 'Verte amanecer', 'Los amigos que perdí', 'Hasta que caiga el sol' o 'Cualquier otra parte', himno definitivo de una banda que llega este fin de semana al B-Side Festival para presentar las canciones de su sexto trabajo de estudio: 'Ritual'. Un notabilísimo último disco en el que Dorian actualiza, diversifica y dinamiza sus señas de identidad más clásicas aportando matices, sonoridades y ritmos cercanos a la chacarera, el trip hop o la música africana, entre otros géneros, sin perder nunca de vista la brújula del pop. Viaje artístico donde encontramos temas destinados a convertirse en paradas obligatorias del grupo en futuros conciertos como 'Mundo perdido', 'No dejes que pase el tiempo', 'Libre' o 'Techos de cristal' y donde han contado con la inestimable ayuda de Pimp Flaco, Suu, Ana Mena, Youthstar, el omnipresente Alizzz y la maravillosa Lido Pimenta, conjunto de colaboradores y colaboradoras que engrandecen todavía más el resultado final de un trabajo con el que la formación liderada por Marc Gili y Belly Hernández crece de un modo coherente y atrevido, desafiante y accesible, disfrutable y equilibrado.