Raúl Arévalo se mete en 'El lodo'

Como ya olemos a Navidad, los que no hayáis puesto el árbol o el Belén estáis tardando. Pero eso no puede ser una excusa para no ir al cine este fin de semana y disfrutar de alguno de los estrenos de hoy, o de otras películas ya en cartel (en confianza, son mejores que las de la nueva hornada).

El omnipresente Raúl Arévalo y la mucho tiempo desaparecida Paz Vega protagonizan 'El lodo', segundo largometraje del director valenciano Iñaki Arrieta. Transcurre en la Albufera, que se convierte en un personaje más del drama de este matrimonio, que se instala allí para que él ejerza de protector del ecosistema, lo que le llevará a enemistarse con los nativos.

A mí me parece que tiene ecos de 'La Barraca', no sólo por el sitio donde transcurre sino por el acoso a los forasteros que se atreven a contravenir las normas no escritas de una comunidad cerrada (¿os suena a lo del 25%?). Un progreso adecuado de la narración, acompañado de una fotografía limpia que sólo puede darse en nuestro Levante, nos depara un interesante trabajo. La magnífica Susi Sánchez compone una de las mejores malas que he visto en los últimos tiempos.

Seguimos con 'Querido Evan Hansen', una adaptación de un musical de instituto (donde los actores que hacen de alumnos están más cerca de usar Viagra que la crema para el acné), con un argumento almodovariano, donde un chico de instituto con taras sociales se convierte sin pretenderlo en el falso amigo de otro que se ha suicidado, dando consuelo de su familia. ¿Os habéis enterado?

Auguro poco recorrido comercial a este especie de anuncio navideño de Campofrío, de realización convencional, por lo manido del desarrollo, lo esperable del desenlace y por la falta de pasión por los musicales que tenemos (afortunadamente) en nuestro país.

Una convencional muestra de cine de terror, donde la hija de una asesina en serie se introduce en la mente de su madre con devastadoras consecuencias, es lo que nos trae 'Demonic', que hace un refrito difícil de digerir de las películas de miedo de las dos últimas décadas, pero sin dar ningún paso más allá. Os llevaréis sustos pero ninguna sorpresa, y aportará a vuestra vida lo mismo que una moneda falsa afgana.

Cómo ya os he dicho, los mazapanes están a la vuelta de la esquina (y en una bandeja demasiado accesible en mi cocina), así que toca estrenar películas para todos los públicos como 'Canta 2', que los más hábiles de vosotros habréis deducido que es la segunda parte de otra. En la primera eran unos cuantos animales antropizados que se dedicaban a cantar. En esta nueva entrega se trata de unos cuantos animales antropizados que se dedican a cantar, más uno nuevo que es Bono, el de U2 (¡Cómo caen los poderosos!).

Una familia perfecta, 'La familia Bloom', sufre la desgracia de que la madre se quede paralitica tras un accidente. La adaptación a esa nueva realidad lo hacen en modo Paolo Cohelo, así que todo es un poco cargante y empalagosa de más. Para completar la cosa hay no sé qué metáfora con una urraca de la que se hacen cargo, y con la que te dan ganas de practicar el tiro al pichón. Claro que ya os tengo dicho que en el momento que ponen en el tráiler «basado en hechos reales» uno debe salir corriendo en dirección contraria. Naomi Watts sigue con sus papeles de intensita, y espero que Andrew Lincoln no dejara 'The Walking Dead' por esto.

Por suerte para vosotros la semana pasada no tuve espacio para hablaros de 'Tengamos la fiesta en paz', pero vuestra buena estrella se ha acabado (y no porque la hayan puesta en la Sagrada Familia). Es una innecesaria comedia familiar navideña española, donde unos hijos insufribles encierran en casa a sus padres para que no se separen. La conclusión es que son los padres los que deberían divorciarse de semejantes hijos cursis y relamidos.

Lo más destacable de la semana ha sido el estreno de los últimos episodios de la serie española más internacional de la historia, 'La Casa de Papel' (Netflix). No os preocupéis, no hay spoiler aquí porque aún no la he visto (algunos tenemos vida), pero quería dejar constancia de que nuestra industria audiovisual está de enhorabuena por su enorme éxito, guste más o menos.

Definitivamente ha habido viernes mejores. Que tengáis una semana de cine.

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