María Galiana se convierte en madre represiva y castradora

Una casa encaramada en una colina del extrarradio de Leenane, en una región al Noroeste de Irlanda. Allí vive Mag Folan con su hija Maureen, desde hace veinte años. Ellas son María Galiana y Lucía Quintana, las protagonistas de la obra dirigida por Juan Echanove con un texto original de Martin Mcdonagh. La soledad y las relaciones familiares en las zonas más desfavorecidas y despobladas de nuestro mundo salen a la luz de la mano de una mujer de 40 años apegada de manera enfermiza y siniestra a su madre, una mujer amargada y castradora que convierte la vida de su hija en un infierno.

Maureen sigue soltera, mientras sus dos hermanas casadas viven lejos, y se encargar de la alimentación y demás cuidados de su madre, muy limitada de movimientos. Sus caracteres respectivos, viciados por silencios y mentiras, las rutinas domésticas, una relación maternofilial tensa y represiva, actos traumáticos del pasado y por un historial de daños recíprocos se verán alterados por un episodio local: el regreso a Leenane de Pato Dooley, un obrero que viene de Londres.

La circunstancia propiciará el reencuentro del hombre y Maureen, lo que provocará un desagrado evidente en la anciana así como una cadena de situaciones entre madre e hija con consecuencias dramáticas. La relación sentimental entre los dos amantes, llevará a un enfrentamiento agudo entre hija y madre, que terminará por ocultar noticias, mensajes y una carta de Pato en la que le propone marcharse con él a Boston. Todo ello conducirá a un desenlace violento, cuyo escenario seguirá siendo el inmutable espacio del salón-cocina-comedor de la casa.