Llegamos al fin de semana del 4 de julio, que en la Península Ibérica pasa desapercibido pero que en Estados Unidos, aprovechando el puente de su fiesta nacional, es cuando se estrenan los grandes mega éxitos cinematográficos (o al menos los que pretenden serlo).
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Pero, como una ola que se forma en alta mar, aun tardaran en llegar sus consecuencias a la orilla, en este caso nuestros cines (fijaros que bonita metáfora). Aquí más bien nos tendremos que conformar con chapotear en la espuma de las olitas que acarician nuestra arena. Lo dejo aquí que empieza esto a parecer una canción de Serrat.
El primer estreno de hoy es nacional. Una comedia dramática, que quizás os recuerde a otra de estilo parecido como es 'Thi Mai' (2017), o una con argumento similar de Jack Nicholson titulada 'Ahora o nunca' (2007). Dos mujeres enfermas de cáncer, interpretadas por la siempre fría Victoria Abril y la siempre excesiva María León, deciden con una tercera amiga (el mejor papel de la película) que hace Silvia Alonso, pegarse todos los gustos posibles antes de que esto acabe, y eso supone cumplir con el nombre del filme: 'La lista de los deseos'.
Esta mezcla de risa y llanto es casi un estilo propio del cine español. Parece que los directores no se atreven a hacer comedias cien por cien porque no se los tomaran en serio, pero tampoco se atreven a hacer un melodrama (Almodóvar aparte) con todas sus consecuencias, por pudor ante los críticos o los espectadores. De todas formas, si sois de los tontos que tiene prejuicios contra el cine español, esperar a la versión americana, que seguro que estará más edulcorada, ya que su guión ha sido vendido a Hollywood.
Como tenemos a los niños en casa zascandileando, os traigo también una de animación, 'Zapatos rojos y los siete trolls', una de esas revisiones algo irreverentes de los cuentos clásicos que se han puesto tan de moda, como en 'Shrek'. Ahora le toca a Caperucita Roja, con toques de 'Amor ciego' (2001).
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Sólo que es una Caperucita convertida en una extraña hada (ya veréis como encontráis parecidos razonables con Fiona), y los enanitos son trolls que deben encontrarla para deshacer el embrujo que padecen. Hay guiños adultos, dosis de infantilismo, princesas, hechizos, brujas, espejitos mágicos y manzanas envenenadas, pero no encontrareis más magia que la del bendito aire acondicionado de la sala, que se agradece con estas temperaturas. Os recomiendo rescatéis una más divertida llamada 'La increíble, ¡pero cierta! historia de Caperucita Roja' (2005).
Ahora os presento una película cuyo argumento tiene más peligro que un móvil en Podemos, puesto que habla de algo tan peliagudo como el aborto. La provocación en cuestión es 'Unplanned'.
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Os advierto que está basada en una historia real, con la prevención que eso provoca. Una chica, pieza importante en una red de clínicas de interrupción del embarazo para unos, o abortistas para otros, cambia de opinión tras sufrir una crisis y empieza a luchar contra lo que antes defendió. Le pasa como a las películas de Ken Loach, que de militantes que son al final sacrifican su calidad artística a favor de lo que quieren pontificar, con la paradoja que eso aleja a los espectadores y posibles conversos. Buenas intenciones malogradas. Para este mismo fin, pero mucho mejor película, tenemos la estupenda e independiente 'Bella' (2006).
Pocas veces puedo hablar aquí de obras maestras, básicamente porque cuando hago la reseña de las películas estas acaban de nacer, y aún no sabemos si llegarán a tanto. Pero hoy tenemos una excepción con el reestreno de 'Apocalypse Now: Final cut', nueva presentación de la mítica obra maestra de Francis Ford Coppola cuando aún estaba en estado de gracia.
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La adaptación del relato 'El corazón de las tinieblas' trasladándolo a la siniestra guerra de Vietnam, el rodaje infernal, y la presencia de Martin Sheen, Marlos Brando y Robert Duvall durante tres horas justifican su visionado. Pero por si eso os parece poco os propongo el juego de localizar en los 203 minutos de duración a un jovencísimo Harrison Ford.
Que tengáis una calurosa semana de cine.
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Hoy es 4 de julio, fiesta nacional americana. Vivimos en el país de pensamiento más anti americano y de acciones más pro americanas, así que estas líneas van dirigidas a ese placer culpable que sentimos al ver una americanada de esas de bandera de barras y estrellas balanceada por el viento.
Entre esos placeres culpables ocupa el primer lugar del ranking 'Independence Day' (1997), una de catastrófica invasión extraterrestre. Entre las de exaltación militar tenemos 'Top Gun' (1986) con Tom Cruise, el clásico 'Cuna de héroes' (1955), o una de John Wayne, 'Los Boinas verdes' (1968). También podemos poner a prueba nuestro amor por la mantequilla de cacahuete con algunos sonrojantes diálogos de 'Air Force One' (1997) o con la escena del combate final de 'Rocky IV' (1986). A disfrutar de los fuegos artificiales.
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