(Otra) invasión extraterrestre en 'Un lugar tranquilo 2'

Summer is coming. El calor ya ha llegado y parece que para quedarse. Todo apunta a que será un estío cinematográfico mucho más lleno de novedades que el pasado (lo que no es complicado). Por lo pronto ya llevamos un mes con media docena de estrenos cada viernes.

La primera de hoy es 'Un lugar tranquilo 2', que evidentemente tratará de emular el éxito de la anterior, donde nos contaban como sobrevivía a una invasión extraterrestre una familia del medio oeste americano. El tratamiento de cine de terror, y unos aliens que se guían por el sonido, eran las grandes novedades de un tema más abordado que las marcas de las vacunas.

Como si fueran la Comunidad del Anillo, en esta segunda parte la familia protagonista no para de andar, hasta que se encuentra con otros humanos. La película funciona muy bien, y como la primera, lo mejor es el uso del espacio escénico y de los recursos aparentemente rudimentarios para crear tensión (la llegada de los extraterrestres al pueblo es de lo mejor). Emily Blunt, la madre del clan, se confirma como la gran actriz que es. Aracnofóbicos abstenerse.

Robin Wright se ha convertido en los últimos años en una actriz respetada y reputada, y como dirían los clásicos, ha sabido hacer la transición a fiscal del distrito. En la película 'En un lugar salvaje', que nos presenta hoy, se ha atrevido a coger los bártulos de directora y lanzarse a realizar un trabajo lleno de riesgos, situándose en las antípodas de su Claire Underwood de 'House of Cards'.

También la protagoniza, haciendo de una mujer que ha sufrido la peor de las perdidas y que no cree en el «ya pasará», en el «poco a poco» o en el «tienes que superarlo». Prefiere rendirse y alejarse a las montañas a labrarse una nueva vida (aunque creo que lo busca es una muerte liberadora), cuando su vida ya no le vale. Lo salvaje como salvación es un lugar común desde los tiempos de Jack London, aunque aquí la eremita no consigue la redención. Es un buen trabajo aunque peca, como tantos realizadores noveles, del subrayado. No hacían falta esos paralelismos visuales obvios entre su pasado en flashbacks y su presente evocador.

Desde hace un par de décadas está de moda el noir nórdico, en forma literaria o visual. Eso encontramos en la danesa 'Shorta, el peso de la ley'. Una patrulla policial se encuentra de servicio en un barrio marginal y peligroso justo cuando se inician disturbios raciales que los atrapan.

La tensión está presente desde el principio, y la frialdad danesa hace buen contraste con la acción, bien caliente, que se va desarrollando. Es un policíaco sin el efectismo de otros parecidos como la clásica 'Distrito Apache' (1981). Estaréis agarrados al sillón todo el metraje, para que no podáis volver a decir que en Dinamarca sólo saben hacer buenas galletas y príncipes indecisos.

La industria nacional trae 'La casa del caracol'. Ambientada en un pueblo perdido hace unas cuantas décadas donde recala un escritor en busca de inspiración, interpretado por el limitado Javier Rey. Los nativos, excepto Paz Vega, le reciben con la misma alegría que un youtuber a Hacienda.

Un thriller rural, con crímenes y falso culpable al uso. El fallo principal es que, a pesar de sus esfuerzos, no logra transmitir la sensación opresiva, como de interior de invernadero en agosto, que nos incomodaba en la excelente 'La isla mínima' (2014), y eso es un problema cuando apuestas porque el ambiente y el paisaje sean unos actores más.

Acabo hablándoos del reestreno del film de cine negro 'Mulholand Drive'. Un enigmático clásico del indescifrable David Lynch (director tan entendible como la vocalización de un rapero).

El argumento aparente es el de una pareja de chicas que decide investigar las causas de la extraña amnesia de la otra en un Los Ángeles que se transforma, conforme avanza la investigación, en una parada de los monstruos. Tristemente es más recordada por la relación lésbica de sus protagonistas (que en su momento destrozó muchas cintas de VHS por el abuso del pause), que por otros elementos notables.

El cine es seguro. Que tengamos una semana de cine.