Seres de agua, tierra y cielo

Un espacio abierto y muy iluminado, parece una pecera o piscina cuadrada y profunda, con un sonido que nos lleva al fondo del mar. Nos encontramos con cinco gigantes peces, de dos metros y medio o incluso tres metros. Se trata del patio de entrada de la Cárcel Vieja de Murcia, donde comienza un viaje dividido en tres niveles: agua, tierra y cielo, por el que nos lleva el artista murciano Flyppy, mediante sus peces, perros, gatos, diferentes insectos y finalmente con multitud de mariposas. Estos forman 'Animal', la nueva y sorprendente exposición de Ismael Cerezo (1967), formada por multitud de obras de diferentes tamaños, colores, movimientos y escenas. Estarán en el Centro de Cultura Contemporánea Cárcel Vieja hasta el 18 de junio.

El artista ha dedicado más de seis meses a la creación de 180 obras que encajan en todas las salas de la Cárcel Vieja. Parte del proceso se puede observar en un vídeo que forma parte de la exposición. «He intentado meter mi mundo aquí, incorporarlo a la cárcel. He hecho las piezas para que fueran lo más acopladas al espacio», cuenta Flyppy a LA VERDAD.

Los gigantes peces están formados por varios círculos de cristal, que por una parte simulan las burbujas de aire que se encuentran en el mar y, por otra, las escamas del animal. El resto del esqueleto es de hierro reciclado, de una fábrica de farolas. En el suelo una especie de botes de hierro con cristal transparente roto simulan el agua. «El vidrio es reciclado, es de botes de conserva», indica.

A la entrada de la primera planta, sorprenden varias circunferencias, de diferentes tamaños y tonalidades de azul. «Es el mar, aquí está la ebullición. Y así entramos en la zona totalmente marina». Esta sala, denominada 'Mar abierto', engloba varios peces de diferentes tamaños, cuatro tortugas luminosas y una lámpara creada en 2019, con una forma muy alargada como una gota de agua llena de burbujas. «Lleva mucho tiempo conseguir este efecto y pesa unos 15 kilos», informa el creador.

Flyppy cumple treinta años trabajando con el vidrio y el hierro, materiales que conoció a través del mallorquín Pere Ignasi en 1992. Tiene asimiladas sus técnicas de manejo, pero insiste en que siempre evoluciona, probando nuevos métodos. Esa es la parte que más le gusta. «No se deja nunca de progresar. Sino, sería aburrido», anota. Además, reconoce que aún le cuesta trabajo ensamblar el hierro con el vidrio, aunque siempre lo consigue.

Más de veinte peces de diferentes formas, muy coloridos, especialmente los gordos, rodean las escaleras para subir a las salas de la primera planta. Una vez arriba, el visitante llega a una selva protegida por el enorme 'León' y un perro totalmente de metal que tiene más de veinte años. La sala, llena de gatos y perros, se llama 'El vigilante de la noche'. Los gatos, con la cabeza de cristal y el cuerpo y cola de hierro, están refugiados en las ventanas, mientras que los perros los persiguen desde el suelo con las patas apoyadas en la pared. Comparten este espacio con búhos, moscas, lagartos y otros animales. Conviven en un jardín con flores y un suelo lleno de cristales creado por Flyppy y llamado 'Bichos subcionadores asquerosos'.

Siguiendo en el viaje creado por el artista murciano, llegamos al tercer nivel. Ahora toca subir al cielo en las gigantes y asombrosas alas de las mariposas. Un espacio donde conviven diferentes insectos, algunos con las alas de metal y el cuerpo de cristal, otros totalmente de cristal. Dos de las mariposas gigantes se encuentran asomadas a una bola, que representa el polen de una planta o como indica el creador «una explosión de colores y formas».

La muestra también incluye tres flamencos. Dos de ellos, colocados en las ventanas, se pueden apreciar desde la calle.

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