Fotograma de 'Gremlins'.

Esperando las palomitas

Viernes, 29 de mayo 2020, 01:32

Sé que me repito más que la literatura de Paul Auster o la filmografía de Vin Diesel, pero quiero ir al cine. Quiero volver a ser el pequeño Toto descubriendo su magia en 'Cinema Paradiso' (1988), quiero sentirme como el niño Ingmar Bergman al observar por primera vez una cámara oscura, quiero impresionarme como los primeros espectadores de aquellas barracas de feria que vimos en la insoportable 'Oz, un mundo de fantasía' (2013).

Publicidad

Estoy a punto de empezar a soñar con sentarme en una de las butacas de esa despreocupada y lúdica 'Matinee' (1993), con un estupendo John Goodman ejerciendo de tramposo exhibidor en plena Crisis de los Misiles de Cuba. Incluso ser uno más de esos destructores de ciudades y cines que eran los 'Gremlins' (1984), fascinados con 'Blancanieves y los siete enanitos' (1937) mientras devoraban palomitas. Aunque creo que mi devoción no me llevaría a dejarme quemar en una sala de la Francia ocupada, por mucho que lo haga con la jerarquía nazi para liberar Europa, como en la Tarantinesca 'Malditos bastardos' (2009).

Muchos nos queremos sentar en la fila de los mancos, o en cualquier otra, como las atractivas mujeres fascinadas por los fotogramas del proyector, de la digresión surrealista de David Lynch 'Mullholand drive' (2001). Volver a sentirnos adolescentes como los jovencísimos Cybill Shepherd y Jeff Bridges en su 'La última película' (1971), descubriendo que la vida real es mucho peor que la de la pantalla. Incluso llorar con la cursi 'Bambi' (1942), como hacía el general que esperaba la invasión japonesa en la única comedia autentica de Spielberg (y uno de sus pocos fracasos), '1941' (1979).

Todos nos preguntamos cuándo van a abrir los cines, pero quedan unas cuantas semanas. Cumplir las restricciones de Sanidad hace que no resulta rentable vender sólo un tercio de las entradas. Aún lo sería en las salas grandes, muy grandes, como el Cine Rex de Murcia, pero absolutamente ruinoso en las salas pequeñas (hace años se decidió que bastaba con una sala de estar ampliada para decir que era un cine). Es que ya quedan pocos como de las que se escapaba Arnold en 'El último gran héroe', o Mia Farrow en 'La rosa purpura del Cairo' (1985). Y si la venta de entradas restringida es poco, pensad que la clave del negocio de la exhibición, que es la rotación de público. Mucha afluencia es igual a mucha venta de palomitas, que otorgan un 1300% de beneficio y suponen más de la mitad de los ingresos de las salas. Poca afluencia es igual a poco maíz tostado.

Claro que para que eso pase tiene que haber estrenos, que no se ven en el horizonte. Al menos sí han vuelto los rodajes. Parecidos a los que se pueden ver en la estupenda 'La noche americana' (1973), donde un director tiene que superar cien obstáculos para conseguir terminarla. En eso se lleva la palma el realizador protagonista de la iraní 'A través de los olivos' (1994), película que abrió al mundo de los festivales esa cinematografía, y en la que tiene que convertirse en un cupido entre sus actores para poder finalizar su película. Aun así lo tuvo mejor que su represaliado compatriota, Jafar Panahi, que se vio obligado a grabar con su propio móvil en 'Esto no es una película' (2012). Pero el que mejor refleja esa figura alejada del paternalismo es el director interpretado por Mastroianni, en la obra maestra italiana 'Fellini, ocho y medio' (1963), donde para variar el que te cae mal es el jefe de todo y no sus sufridos actores.

Publicidad

La paciencia es una virtud, o eso dicen, seguiremos esperando al combo de palomitas. Que tengáis una semana, sin cines, de cine.

Títulos de crédito

¿Cuál ha sido la película del confinamiento? Dos meses y pico de aislamiento casero dan para muchas, y las televisiones no están para tirar cohetes en eso, así que nos hemos refugiado en las plataformas. Os repaso el top cinco definitivo de estas semanas, que confirma lo que ya os había relatado en otros artículos.

En primer lugar 'Contagio' (2011), algo que escapa a mi entendimiento, pero debe ser que la gente no tenía bastante con la realidad; 'Puñales por la espalda' (2019) es lo contrario, escapismo puro, una comedia negra perfecta para desengrasar; los más cinéfilos se han lanzado a por la ganadora del Oscar 'Parásitos' (2019), que obtiene la medalla de bronce (advierto que suele decepcionar); 'El hoyo', una pesadilla claustrofóbica que ocupa el cuarto lugar, sin más mérito que estar en el momento justo en el lugar adecuado; por último, y no bastante abajo, la siempre sobreestimada 'Joker' (2019) (ya decían que el COVID anulaba el sentido del gusto).

Este contenido es exclusivo para suscriptores

El mundo cambia, LA VERDAD permanece: 3 meses x 0,99€

Publicidad