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Primero, periodista. Después, escritor y poeta, aunque estas definiciones le generan síndrome del impostor. Daniel Ramírez García-Mina (Pamplona, 1992) se gana la vida escribiendo en formato periodístico, pero la literatura es la pasión que cultiva en sus ratos libres. Tanto es así que ya ha publicado seis libros, todos ellos de no ficción porque al periodista le interesa la mirada cercana a lo que sucede. El último es 'Tus canciones y las mías' (Aguilar, 2024), poemario en tono autobiográfico con canciones de los Beatles como hilo conductor. Lo presenta este sábado en Lorca, en el marco de unas actividades paralelas del Fortaleza Sound que tratan de conectar la música con la cultura. Junto a él, su amigo Juan Antonio Ros y su hermano Alberto amenizarán la charla con versiones de la icónica banda británica.
Dónde Sábado, a las 12.30 horas.
Cuándo Sojo Bar, Lorca.
Cuánto Entrada gratuita.
–¿Estamos ante una biografía en verso?
–Toda la poesía tiene algo de 'striptease' y de primera persona. Al ser yo periodista, estos poemas son escenas muy realistas y concretas que me recuerdan una frase que me dijo Paco Brines antes de morir: 'Siempre hay una rendija por la que se cuela la luz'. Yo procuro buscarla en los pequeños momentos del día, en esos instantes que nos pasan a cualquiera y que acaban convirtiéndose en poesía sobre el amor, los libros y los amigos.
–Así cualquiera puede sentirse identificado. ¿Tiene su autobiografía algo de universal?
–Sí, a mí lo más bonito que me ha pasado con este libro es que muchos lectores por redes sociales o la semana pasada en la Feria del Libro de Madrid me digan: 'Oye, esto que has escrito también me pasó a mí'. Se produce una especie de 'efecto espejo' que para el autor es muy enriquecedor, porque es la prueba de haber intentado y conseguido contar una historia de amor o amistad y que el lector la sienta como suya.
–¿Cómo definiría 'Tus canciones y las mías' con una palabra?
–Luz. Para mí, son los instantes de la vida que podemos convertir en luz y, por tanto, en poema.
–Escribe sobre recuerdos con un aire melancólico. ¿Hay algo de nostalgia en el libro?
–Es verdad que hay nostalgia, pero yo la entiendo desde un punto de vista un tanto revolucionario. No la entiendo como una especie de habitación en el pasado a la que viajamos a través de un recuerdo y en la que nos encerramos por una especie de insatisfacción con el presente. Yo niego la mayor: la entiendo como una manera de viajar al pasado para coger toda la luz que tuvimos y proyectarla sobre el presente y también sobre el futuro.
–Todo ello se cuenta mediante una poesía clara y sin artificios, ¿deformación profesional del periodista?
–Claro, yo empiezo a escribir poesía porque veo que todos esos instantes vividos en las calles, en los bares, en los trenes, con los amigos o con mi mujer tienen una luz poética. Escribo poemas porque todo ese material no consigo encajarlo de ninguna manera en el periódico o en la radio, pero siento la necesidad de escribir. Lo que ocurre es que, aunque yo había sido muy lector de poesía, no tengo las herramientas de los poetas clásicos. Tampoco escribo una prosa y le doy al 'intro' cuando me parece que ya hay un verso, sino que estoy obsesionado con la musicalidad y el ritmo. La solución que encontré fue la llamada poesía de línea clara, de la que existe una gran escuela. Es la que más me hace conectar y me permite escribir poesía de una manera más cercana a lo que yo hacía en el periódico.
Canciones destacadas
1. 'Get back'. «Es la banda sonora de los días felices. Con ella vuelvo a cuando tenía 8 años y corría alrededor de la mesa del salón con mis hermanos mientras mi padre nos ponía el recopilatorio azul».
2. 'Let it be'. «Está muy relacionada con el sentimiento de trascendencia porque tiene elementos para tocar muy hondo a un ser humano. Es una canción muy especial para mí».
3. 'Twist and shout'. «Demuestra que 'Los Beatles también tienen esa capacidad de revolucionar un bar y poner a todo el mundo a bailar».
4. 'The long and winding road'. «Es una canción preciosa con la que dieron un salto y empezaron a componer de otra manera».
5. 'Hey Jude'. «Es un himno eterno que encierra momentos muy distintos dentro de la propia canción».
–Una vez que compone sus poemas, le pone a los Beatles como banda sonora. ¿Cómo surgió?
–Cuando termino de leer los poemas, los releo y busco un hilo invisible que los una. Descubro que todos tienen esa luz y me pregunto cuáles han sido las cosas más luminosas que me han pasado en la vida. Una de ellas, las canciones de los Beatles. Para mí, las emociones del día a día tienen la misma luz poética que sus canciones. Entonces comienza un segundo trabajo, casi tan complicado como el primero, que consiste en volver a leer mis poemas, cerrar un poco los ojos, pensar cuáles son las emociones con las que he escrito los poemas y, a partir de ahí, descubrir qué canción me inspira las mismas emociones. Cada poema tiene su propio título, pero también el título y unos versos traducidos de la canción.
–Para hacer esas conexiones debe conocer muy bien su discografía. ¿Es uno de sus grupos favoritos?
–Es el grupo de mi vida sin duda alguna y, aunque suene pesimista, tengo asumido que nunca voy a volver a conocer algo como los Beatles. Yo creo que son ese gran descubrimiento que todos hacemos alguna vez en la vida y en mi generación llega a través de nuestros padres. Fíjate que cuando mataron a John Lennon, hasta Gabriel García Márquez escribió una frase: 'Los Beatles son la única nostalgia segura que un hombre comparte con sus hijos'. Sí, los Beatles son el grupo más importante en mi vida porque no son solo música, es escuchar una canción y que nos lleve a un momento de nuestra vida o a la persona que nos inspira; forma parte de nuestra biografía.
–¿Cree que su libro puede transmitir algo similar a lo que le contagian las canciones de los Beatles?
–Sería muy pretencioso por mi parte. Estoy seguro de que no, porque creo que solo genios como Mozart, Vivaldi o Beethoven pueden transmitir las mismas cosas que los Beatles. Yo me conformo con ese 'efecto espejo', que los lectores se acerquen a decirme que lo que he escrito también les ha pasado a ellos.
–¿Es de los que piensan que los Beatles serán eternos?
–No lo creo, estoy seguro. Por el año en que nacieron los Beatles, publicando a principios de los 60 su primer disco, ya podemos hablar de que hay cuatro generaciones enlazadas por ellos: bisabuelo, abuelo, nieto y bisnieto. Yo acabo de comprar la entrada para el concierto de Paul McCartney en Madrid el próximo diciembre y estoy seguro de que en el Wizink Center me encontraré a un señor de 80 años con su hijo y su nieto de 20.
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