El cine enmascarado

Bienvenidos al mes de septiembre, al nuevo curso y a la segunda ola. Una temporada más empezamos con los estrenos, que han seguido llegando a nuestras pantallas con «monótona languidez» (homenaje al desembarco de Normandía) durante agosto. Por eso hoy, además de comentar las novedades de la jornada os repasaré lo que nos hemos perdido, por si queréis recuperarlo.

La primera vista al pasado es 'Tenet'. La película icónica del estío, retrasada varias veces y convertida en la medida de hasta qué punto los cines iban a remontar y el público a volver a llenar las salas. Y todo porque es la nueva de ese director tan raro como talentoso llamado Cristopher Nolan, culpable de la mejor saga de Batman.

Un puñado de buenos actores, un guión enrevesado, una realización con buen pulso y unos efectos especiales en su medida justa, proporcionan un buen entretenimiento (sólo eso, por mucho que los exegetas de Nolan busquen más), donde se mezcla 007 con 'Origen' (2010) de forma brillante. Una estupenda manera de que os atreváis a volver a las salas. Netflix, HBO y Amazon Prime os lo perdonarán.

El pasado y capado Festival de Málaga entronizó una producción española titulada 'Las niñas', afortunada opera prima de Pilar Palomero, que bebe de fuentes como 'Cría cuervos' (1976) (aunque a lo mejor ni es consciente de ello).

El retrato de un grupo de niñas en un colegio de monjas al comienzo de los años noventa del pasado siglo, justo en la edad en que todo cambia para siempre, guarda el estilo de 'Verano 1993' (2017) y trata de mostrarnos unas emociones que no terminan de revelarse del todo. Quizás la gran pega es que prescinde casi por completo de la alegría de esa edad. Por lo demás, una película notable para ser la primera (ya sabéis que las primeras veces siempre son complicadas).

En ocasiones Dios nos pone a prueba, y lo hace sin ninguna cortapisa ni medida, y por eso nos obliga a ver 'After: en mil pedazos'. Es aún más doloroso cuando uno ha estado esquivando esa bala en las librerías, y nunca ha leído esta serie de exitosos libros de portadas brillantes y páginas de soft porn, sobre la chica buena y educada que empieza una relación con un chico malote, tan sana como la que tiene una modelo con el chocolate (argumento extremadamente original, si no que se lo digan a 'Últimas tardes con Teresa' (1984) o a 'Tres metros sobre el suelo' (2010), y eso sólo en España).

Se atreven a llamar película a esta sucesión de torsos desnudos, fotografía de videoclip, estética de anuncio de colonia, lencería de mercadillo, diálogos de la profundidad de un charco y situaciones vergonzosamente forzadas. Tan sólo si es una excusa para acudir a la fila de los mancos se justifica ir a verla.

Ahora una comedia española dirigida por Iciar Bollaín y con un repartazo de actores con talento encabezados por Candela Peña, bien guarnecida por Nathalie Poza, Sergi López y Ramón Barea: 'La boda de Rosa'.

Sé que estáis cansados de películas de empoderamiento femenino, de mujeres hastiadas de sus rutinas familiares que se embarcan en un reset vital, como vimos hace poco en 'Dónde estás, Bernardette' (2019). En esta ocasión es el personaje interpretado por Candela Peña el que echa las patas por alto y eso proporciona una deliciosa y delicada película que, a la vez, consigue ser divertida.

Y para acabar por este viaje por nuestra cartelera os hablo de 'Un amigo extraordinario', la nueva película de Tom Hanks. Tiene el potente sabor del agua y la picardía de una cofia de monja, y eso es debido a que el personaje en el que se centra (pero que no es el protagonista), tenía esas características, un tal Fred Rogers, que hace años era una venerada estrella de la televisión infantil norteamericana, convertido en el arquetipo de la decencia y la bondad.

Claro, partimos de la base de que un español la ve con el mismo interés que un estadounidense vería una biografía de Torrebruno. Y aunque en el irregular film se trata de poner algo de chispa con el tema de descubrir si era tan buen tío como aparentaba, lo que queda es un viaje a una nostalgia que los espectadores de aquí no tenemos, un viaje a ninguna parte.

Mucho ánimo con la vuelta. Que tengamos un curso, y una semana, enmascarado y de cine.