Cine contra el coronavirus

Esta semana tenemos estrenos de búsquedas: la búsqueda de una amistad perdida, la de una humanidad robada, la de un futuro incierto y la de un mundo sin interferencias (y por supuesto, la búsqueda desesperada de los cines por tener espectadores en plena histeria vírica).

Reconozco que el primer estreno de hoy, 'La canción de los nombres olvidados', no es precisamente una comedía alegre que nos haga olvidar los telediarios, pero sí es una película bien intencionada que adapta una novela, y que cuenta con las presencias de sólidos actores como Tim Roth, Clive Owen o Catherine McCormack.

Es la historia de una amistad interrumpida entre dos chicos, uno inglés y el otro un refugiado judío durante la Segunda Guerra Mundial. El amor por la música los unirá en su infancia y también años después, cuando uno busque al otro al desaparecer misteriosamente. El encuentro de esas vidas distantes, y la reivindicación de la amistad funcionan bien, aunque los saltos temporales no terminan de estar resueltos con solvencia suficiente para no romper el relato.

Una película protagonizada por un sujeto que se hace llamar Vin Diesel ya sabemos del tipo que es, y su título, 'Bloodshot', ya nos indica los mucho que les va a poner a los fans de la saga 'Fast and Furius', para los que la acción es más necesaria que el papel higiénico en una crisis.

En una mezcla de 'Desafío total' (1990), 'Robocop' (1987) y 'Soldado Universal' (1992), nos presenta a una especie de súper guerrero creado por tecnología puntera que, evidentemente, se enfrenta a los malos y quiere reivindicar su humanidad (pobrecito). Por momentos parece que hemos vuelto a los gloriosos tiempos del VHS ochentero, con Stallone, Willis o Arnold haciendo de las suyas. En realidad estamos ante una adaptación de un comic (no hace falta que lo juren) algo adulterada.

El rey de 'Fahim' es un niño de Bangladés que se refugia en Francia junto a su padre, teniendo que abandonar (cual Marco) a su pobre mamá. Gérard Depardieu es el ogro bueno de la historia, que descubrirá sus extraordinarias cualidades al ajedrez y le salvará. Eso a pesar de que Fahim haya salido en la vida llevando las negras.

El trabajo del niño protagonista es de quitarse el sombrero, pero la película acaba resultando demasiado empalagosa. Este 'Slumdog Millionaire' (2008) de alfiles y peones, nos enternece porque juega al ajedrez y está en Francia. Una pena que no hagan una película de los niños que saben jugar al ajedrez en la frontera greco-turca.

Me asombra que se estrene en nuestra región 'Y llovieron pájaros', una extraña película sobre la vejez, el combate a la soledad y los planes que aún se pueden hacer cuando ya los demás creen que no tienes más plan que tirar la toalla, temas muy infrecuentes en nuestras salas. Si nunca habéis visto una película canadiense es vuestra oportunidad.

Un grupo de ancianos se ha retirado a un lejano lugar y su única ambición es que nadie les moleste y no molestar a nadie. El ritmo es más pausado que el de una siesta en verano, y reconozco que la historia que nos cuenta tiene un interés limitado, pero aun así, te llega.

Por supuesto, si os puede la aprensión y os quedáis en casa rodeados de latas de conservas y agua embotellada, mi consejo es cine clásico, y descubrir lo mucho y bueno que hay por ver. Que tengáis una semana, y una contención del coronavirus, de cine.