Las buenas compañías: solo no puedes, con amigos sí

Si algo no se le puede negar a David Otero (Madrid, 1980) es imaginación y buenas compañías. Una imaginación ciertamente discutible: su primer disco como El Pescao se titulaba 'Nada-Lógico' «porque el pescao nada, lógico», como en su día confesó a este diario (ehem), y su cambio de epígrafe por el de su nombre propio se saldó en 2012 con 'Ciao Pescao' (ehem de nuevo), pero lo cierto es que desde entonces el que fuera guitarrista de los afamados El Canto del Loco ha publicado tres álbumes, 'Ultramar' (2014), 'David Otero' (2016) y '1980' (2018), en los que ya había alguna colaboración puntual.

Desde entonces su carrera ha sido una oda a la amistad, digamos, y así hemos ido escuchando lanzamientos breves en buena compañía: 'Aire', con Georgina y Funambulista; 'Buscando el sol', con Bely Basarte; 'Tal como eres', con Cepeda; 'Baile', con Rozalén; 'Una vez más', con Nil Moliner y Arnau Griso, y 'Una foto en blanco y negro', con los inefables Taburete. Y es que, como dijo la Bruja Avería en 'La bola decristal': solo no puedes, con amigos sí.