Una banda infalible: Los Enemigos siguen de nuestro lado

Casi cuatro décadas después de su notabilísimo debut, 'Ferpectamente', Los Enemigos, lejos de enterrar el hacha de guerra, demostraron de manera especialmente contundente la vigencia de su incontenible potencial con 'Bestieza', su último trabajo publicado hasta la fecha. Y es que, desde ese vertiginoso inicio formado por 'Siete mil canciones', 'Vendaval' y 'La ofensa', tridente capaz de levantar el espíritu del cuerpo más vencido, hasta la embriagadora 'Rey pescador', el gran Josele Santiago y los suyos ofrecen una auténtica lección de rock maduro, radiante power pop y baladas marca de la casa. Y conviene subrayar en este último terreno el poder emocional de dos temas: 'La costumbre' y, sobre todo, una 'Sacrilegio sideral' que se incorpora desde la primera escucha al catálogo de clásicos de la formación. Frente a la opción de ejecutar un ejercicio de nostalgia apoyado en las férreas espaldas que decoran la zona de confort, 'Bestieza' contiene en sus diez canciones tal cantidad de buenas noticias, incluyendo un músculo musical en pleno estado de forma y letras a la altura de la leyenda de su autor («Como un poema vuelvo a casa herido; deja, que ando en contra de la dirección»), que se hace imposible no celebrarlo como uno de los discos más redondos de la banda.

Y hablamos de un grupo que cuenta en su haber con trabajos tan justamente célebres como 'Gas', 'Vida inteligente', 'La cuenta atrás' o 'La vida mata', su cima definitiva, por lo que las dimensiones del mérito alcanzan el eco de lo admirable. En tiempos en los que parece que debemos convivir amparados bajo el abrigo de lo incierto, emociona saber que Los Enemigos siguen de nuestro lado. Con sus guitarras afiladas, sus poesías eléctricas, su verbo callejero, su mirada desafiante, sus sabias arrugas, sus heridas y cicatrices, su complicidad infalible, su honestidad y dignidad en forma de canciones.