Amores para todos los públicos

Teniendo en cuenta los días que nos están tocando vivir, esta crónica podría haberse titulado como aquella película clásica 'Al filo de la navaja' (1946), o más preciso, al filo del confinamiento. Otra opción sería haberlo hecho como aquella película de Kenneth Branagh, 'En lo más crudo del crudo invierno' (1995), o incluso 'Esperando al rey' (2016), por la toma de posesión del miércoles próximo en Washington (que tiene más peligro que un familiar de Liam Neeson en una película). Sin embargo ya veis que he ido por otro lado, y es que la realidad ya está bastante cuesta arriba para darle más alas, así que hoy refocilémonos en estrenos de comedias y en retratos amables en medio de un mundo adusto.

Siempre he pensado que tener un amante debe ser algo agotador y estresante (sobre todo para alguien con tan poca memoria para las mentiras como yo). No sé si pensáis igual, pero si vais a ver 'Vacaciones contigo y tu mujer' descubriréis que todo pasa a otro nivel cuando la mujer con la que estás engañando a tu esposa se presenta en el idílico lugar donde pasas el veraneo con tu hija y tu legitima. En ese momento te das cuenta que los cuernos pueden salir más caros que Filomena.

La película está hecha desde el punto de vista de «la otra», que resulta ser una maestra de escuela enamorada del hombre equivocado (algo que nos ha pasado a todos), y desesperada por tenerlo a su lado. Pero el talento de la película es que consigue que el patetismo del personaje sea corregido por su humanidad, y el humor prima sobre todas las situaciones, especialmente gracias a la relación que se establece por la chica con un burro, en plan «Platero y yo» pero sin aburrirnos. Llega a ser más profunda lo que parece pero sin caer en seriedades excesivas.

Sorprendente hallazgo: la gente se enamora (e incluso tiene sexo) después de los sesenta. Algo que descubrimos los adolescentes ochenteros en aquella sitcom transgresora pero disfrazada de convencional titulada «Las chicas de oro» (1985-1992), donde cuatro mujeres casi en la tercera edad resulta que tenían vida de cintura para abajo y el corazón aún les latía. ¿Por qué digo esto? Porque se estrena una película adulta (en el buen sentido) sobre un amor otoñal, '23 paseos'.

Cuando ya tienes el alma y el cuerpo lleno de cicatrices, y tus recelos superan a tus ilusiones, es difícil volver a amar. Sin embargo los dos maduros protagonistas de la película lo hacen compartiendo paseos con sus perros. Una pequeña gran película llena de sensibilidad y con un admirable trabajo de los actores. Lo mejor, hasta ahora, de 2021,

Con algo de retraso, pues los niños ya están pasando frío en sus clases, llega una película alemana de animación titulada 'Los Elfkins'. Los Elfikins son una especie de Elfos venidos a menos, aunque a ellos no les gusta que les digan eso. Son un cruce entre elfos, pitufos y gnomos de jardín. Es una película inocentona, sin los guiños a los adultos a los que nos ha aficionado Pixar, más cerca del Disney clásico que otras de dibujos más actuales.

Uno de esos seres debe superar el atávico miedo de su especie a los humanos, como el que ya vimos en 'Monstruos S.A.' (2000) o en las distintas versiones de 'La Sirenita', para venir al mundo de los humanos y triunfar, en esta ocasión como cocinero, como el roedor de 'Ratatouille' (2007). Entrañable sin más.

Recordar que las salas siguen abiertas y que es un sitio cálido donde refugiarnos de las bajas temperaturas y de la dura realidad. La cultura es segura. Que tengamos una semana de cine.