El tercer colegio de Orihuela Costa se convierte en un aulario adscrito al CEIP Playas de Orihuela

Finalmente, ni abrirá el 10 de marzo ni tendrá independencia administrativa. El tercer colegio de la costa sigue sin ser una realidad palpable para los niños de Orihuela. Así se lo comunicaban a los padres y madres en una reunión del consejo escolar celebrada esta semana, reuniones en las que, apuntan, nunca ha participado ningún miembro del Ayuntamiento.

La comunidad educativa se encontraba una vez más recibiendo información a cuentagotas y con novedades inesperadas, como la confirmación de que, en lugar de ser un nuevo colegio, los barracones se pasarán a llamar 'Aulario Nº20 del CEIP Playas de Orihuela', siendo una infraestructura adscrita al centro con el mismo nombre. Esta decisión, apuntan diversas fuentes educativas, se ha tomado tras la imposibilidad de formar un equipo directivo a tiempo a para su apertura: la dirección, que se conformó a principios del presente año, decidió finalmente renunciar en bloque a gestionar el colegio.

Esta gestión, apuntan los padres, «supone un caos administrativo, logístico y educativo para toda la comunidad», ya que, entre otras cuestiones, se tiene que abordar el hecho de que se van a generar dos localizaciones distintas pertenecientes a un mismo centro, con 5 kilómetros de diferencia entre ambas. Esto dificultaría a padres y madres que, en el caso de tener a dos o más hijos en centros diferentes, no podrían cumplir con el horario de entrada y salida de manera eficiente.

Otro de los puntos que sigue sin convencer es el volumen de alumnado que, por el momento, no contará con profesorado extra. Así, los 27 profesores actuales que imparten clases en el CEIP Playas de Orihuela se tendrían que repartir entre las dos localizaciones, haciendo cambios de ubicación constante durante todo el día. «Esto genera una gran preocupación entre el profesorado. Primero porque no nos garantizan que en ese trayecto la comunidad educativa esté asegurada ante cualquier accidente y segundo porque la escasez de profesores va a hacer que previsiblemente se tengan que suprimir muchas de las especialidades impartidas, como música o educación física», lamentan los padres.

Por el momento, son 950 niños los que están inscritos en el CEIP Playas de Orihuela, con una lista de espera de 20 personas, lo que asciende a un total de 970 plazas que se deben gestionar en un centro ya sobrepasado con capacidad para 800. Los barracones del Aulario Nº20 pueden acoger hasta 450 niños, recibiendo así una parte del centro adscrito, otra del CEIP Los Dolses y las nuevas inscripciones que empezarán a recepcionarse en julio.

En esta línea, los padres señalan que a día de hoy el espacio de las aulas prefabricadas presenta todavía muchas deficiencias, lo que genera muchas dudas de cara a una pronta apertura: «Las condiciones en las que se encuentra el aulario son inaceptables: un muro en mal estado, ausencia de papeleras, baños encharcados y un servicio de transporte escolar que aún no está operativo. Todo ello pone en riesgo el bienestar y la seguridad del alumnado, mientras las autoridades no ofrecen respuestas concretas ni soluciones efectivas».

Además, respecto el servicio de transporte escolar, la comunidad educativa lamenta que sólo se hayan concedido dos de las ocho líneas que solicitaron para hacer frente a la logística de traslado de los más pequeños, una logística que se complica cada vez más al añadir esta nueva ubicación.

Con esta situación por delante, las familias de Orihuela Costa denuncian «la falta de compromiso de la administración educativa». «Exigimos medidas urgentes para garantizar una infraestructura digna y recursos adecuados para nuestros hijos. No permitiremos que la educación de nuestros niños sea relegada a un segundo plano», apuntan.

Por lo pronto, la comunidad educativa ha decidido plantarse ante esta nueva decisión y anuncian que convocarán en breve una manifestación masiva para hacer oír su voz y exigir respuestas inmediatas: «La educación de nuestros hijos no puede seguir siendo ignorada».

Otra de las informaciones a las que ha podido acceder este periódico es que la fecha de apertura prometida, establecida en el próximo 10 de marzo, se retrasará como mínimo para finales de este mes, asumiendo la administración la imposibilidad de abrir antes del día 19.

Este aulario, que se encuentra situado en la calle Níspero, contará con 18 aulas prefabricadas con dos plantas cada una, ubicadas en un solar municipal en el que Ayuntamiento ha invertido 189.288 euros para su adecuación y otros 17.496,12 euros para su limpieza previa.

Por su parte, el edil de Educación, Vicente Pina, a preguntas de este periódico, afirma que desde la concejalía siempre se ha tenido en mente realizar la adscripción temporal del nuevo centro al CEIP Playas de Orihuela, una situación que, asegura, se revertirá de cara al próximo curso escolar.

Asimismo, Pina niega que las instalaciones se encuentren en mal estado, reduciendo las denuncias de los padres a un único problema actual con el muro que delimita la parcela, un elemento que habría sido vandalizado hace unas semanas y que, afirma, ya está siendo arreglado. «El edificio no carece prácticamente de nada, yo creo que se van a quedar unas instalaciones muy decentes para los niños», declara Pina.

En esta línea, el edil lamenta que muchas de las decisiones se escapen de su control, poniendo la pelota en el tejado de la Conselleria de Educación: «Actualmente, lo único que está en mi mano es estar en contacto constante con la Conselleria y con Dirección Territorial para poder ofrecer actualizaciones periódicas a la comunidad educativa». «Mi compromiso con las familias sigue siendo igual de firme que desde el primer día», concluye.

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