Sacan a concurso la rehabilitación del centro de interpretación de las salinas de Torrevieja

No son pocos los ciclistas y viandantes que inician la ruta por la senda verde desde el barrio del Acequión que se quedan pensativos al mirar ese viejo cocherón vandalizado que vivió tiempos mejores. Y no solo cuando el ferrocarril todavía llegaba a Torrevieja, sino también cuando hacía sus funciones como centro de interpretación de la industria salinera hace ya más de diez años. El Ayuntamiento quiere solucionar ya los desperfectos que presenta este edificio abandonado.

Grafiteado y vandalizado, el equipo de gobierno ha querido rescatar del túnel del olvido este singular inmueble. La Junta de Gobierno decidía ayer iniciar la licitación de las obras de rehabilitación del cocherón. Unos trabajos que han sido, además, impulsados con los codiciados fondos europeos 'Next Generation'.

El valor estimado del contrato, detalló el concejal-secretario del órgano ejecutivo, Federico Alarcón, asciende a 422.708 euros y el presupuesto base de licitación es de 511.476,92 euros. La duración del contrato es de cinco meses y el plazo de garantía es de un año.

Situado junto a la avenida de Urbano Arregui, la avenida de la Estación y el colegio Acequión, abrió sus puertas en 2002 con una inversión municipal y fondos de un Plan de Excelencia Turística. En sus dependencias se explicaba a los visitantes el funcionamiento de la producción de sal. El museo tuvo que cerrar sus puertas a finales de 2014, durante el primer mandato como alcalde de Eduardo Dolón (2011-2015), por falta de personal y medios municipales. Entonces la crisis económica obligó a los ayuntamientos a apretarse el cinturón y sacar las tijeras.

La recuperación del edificio ahora no fue, sin embargo, publicitada entre las grandes inversiones de los últimos presupuestos. La obra requerirá no solo el propio proyecto de musealización, sino también la renovación de la instalación eléctrica, modificar los aseos y realizar las adaptaciones de accesibilidad precisas para personas con movilidad reducida.

En el pasado ya se intentó que la compañía salinera se hiciera cargo del edificio y le diera uso como centro de visitantes. Ofrecimiento que la NCAST rechazó.

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