Un proyecto municipal prevé un paseo y dos miradores junto al Club Náutico de Torrevieja

Antes de que acabe la legislatura, el equipo de gobierno quiere dar un aspecto remozado al paseo Vista Alegre. El Ayuntamiento de Torrevieja contempla construir un paseo y dos nuevos miradores a izquierda y derecha del Real Club Náutico. El motivo de que todavía no esté concretado del todo es que la entidad, la primera para embarcaciones de recreo que se instaló en la bahía, está pendiente de renovar algunas de las concesiones que le permiten ocupar este espacio bajo dominio público de Puertos de la Generalitat.

El proyecto municipal, entre otras actuaciones, contempla acabar con la barrera de bancos corridos y parterres que separan la vía de servicio de acceso al club y el propio paseo Vista Alegre. El objetivo final es dejar el espacio más diáfano igualando en la medida de lo posible la rasante de la vía de servicio con la del propio paseo. Una vez se dilucide el problema de la concesión, se actualizará el proyecto para que todo quede bien enlazado y comunicado, trasladan fuentes municipales.

El Ayuntamiento, en ese sentido, está coordinándose con la dirección del club en tanto que esta, según ha podido saber este periódico de fuentes conocedores del proceso, está cerrando los últimos flecos para prorrogar sus concesiones. La entidad deportiva local ha ofrecido a Valencia un proyecto millonario para acometer mejoras en el interior de las instalaciones.

El Real Club Náutico de Torrevieja busca cambiar la imagen de sus estancias, darles un aspecto más moderno y dotarlas de más y mejores servicios. Así, desde la dirección han planteado a la administración autonómica una renovación de los actuales pantalanes, modernizar los atraques y habilitar zonas para gimnasio, sala de musculación, duchas para los deportistas y nuevos hangares para los equipos de vela y remo. Asimismo, la actuación prevé instalar un depósito y una pequeña desalobradora para que la limpieza de los barcos se haga con agua desalada y no con potable, como se viene haciendo hasta ahora. En esta línea –la medioambiental–, el club ya desembolsó dinero para instalar placas solares y así reducir sus consumos de luz.

Todas estas mejoras están ahora sobre la mesa de las autoridades valencianas, que son en las que el club confía para que su estancia en la bahía se estire otros tantos años. La dirección teme que las concesiones expiren del todo y se abra la puerta a la concurrencia competitiva. Un hecho que, entienden, no sería beneficioso para la ciudad, pues dicen que abriría la puerta a la llegada de fondos de inversión extranjeros interesados en otro tipo de actividades distintas a la de una entidad social y deportiva sin ánimo de lucro.

El problema de las concesiones no es exclusivo de este club, sino que es común a la de otros muchos en la Comunidad Valenciana. Durante los últimos años apenas han habido renovaciones. La concesión del Real Club Náutico es la más antigua de Torrevieja y, según trasladan fuentes municipales, la situación, por ejemplo, de Marina Internacional no es muy distinta. La única instalación para embarcaciones de recreo del puerto que no tiene problemas es Marina Salinas, pues su concesión es la más reciente.

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