Protestas en Orihuela Costa por el cierre de los aseos de las playas en plena temporada baja

Las playas de Orihuela ya no están tan rebosantes como en agosto. La bajada del turismo se nota, pero aun así no son pocos los que estiran los baños hasta octubre. Unos últimos chapuzones que, al contrario que en pleno verano, serán en unos arenales que no gozarán de los mismos servicios. El Ayuntamiento decidió que el pasado fin de semana fuera el último en el que estuvieran abiertos los aseos. Una decisión que ha recibido la protesta de la Asociación de Vecinos de Cabo Roig y Lomas.

Esta organización ha sido una de las más beligerantes ante la tardanza en la implantación de este servicio básico y exigido, por ejemplo, para optar a las famosas banderas azules. En Orihuela Costa, esta temporada, los aseos ya llegaron bastante tarde. Hasta el 24 de julio la Concejalía de Costa y Playas no comunicó que se había contratado el servicio de limpieza hasta el 15 de septiembre.

No obstante, y sabiendo que los aseos se marcharían a mitad de este mes, el pasado julio, la asociación vecinal se dirigió en un escrito al Ayuntamiento solicitando que se extendiera más en el tiempo este servicio, pero denuncian que sus peticiones «no han sido contestadas en los casi dos meses transcurridos».

Por contra, esta asociación señala que la intención del Ayuntamiento es estudiar esta propuesta, pero ya de cara al nuevo contrato de los chiringuitos. Una renovación de cuyos pormenores apenas han trascendido algún detalle, entre ellos que la intención inicial de la actual Concejalía es que el contrato salga dividido en lotes de playas y no que todos los chiringuitos se adjudiquen a una misma empresa, como venía haciéndose hasta ahora.

Los vecinos de Cabo Roig, asimismo, recuerdan que con la anterior concesionaria de los chiringuitos había algunos aseos como los de La Caleta y Cala Bosque permanecían abiertos y con servicios de limpieza más allá del verano.

También indican que se están viviendo escenas en las playas de decenas de personas intentando abrir sin éxito las puertas de los aseos, puesto que el Ayuntamiento no ha colocado el cartel de 'cerrado'. Es más, inciden en que todavía siguen puestos los carteles en los que se indica el horario de apertura e incluso que se puede solicitar las llaves en el puesto de socorrismo.

«Entendemos que un servicio de estas características es de muy bajo coste y complejidad, y no requiere licitación, por lo que resulta incomprensible su supresión», denuncian al tiempo que califican la decisión del cierre de «inaceptable y totalmente errónea». Manifiestan que el cierre de los aseos no tiene en cuenta los intereses de los vecinos y usuarios de las playas de Orihuela y supone «un atentado a la higiene y salubridad pública», además de tener, concluyen, un impacto negativo sobre el turismo, «fuente de ingresos muy importante para el municipio».

Los aseos, todo sea dicho, fueron objeto de reversión poco después de que entrara en junio el nuevo ejecutivo. La anterior empresa concesionaria de los chiringuitos, que también se encargaba del mantenimiento de los servicios, los tenía retenidos a cuenta del contencioso que mantiene abierto con el Consistorio desde que el anterior gobierno PSOE-Cs decidió no continuar el contrato y los abocó al cierre el 1 de enero de este año.

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