Ayuntamiento de Rafal. LV

Orihuela gana la batalla por la soberanía de las Casas Baratas de Rafal

El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana desestima el recurso del Ayuntamiento rafaleño y da la razón a la delimitación de la frontera validada por el Instituto Valenciano de Cartografía

Miércoles, 31 de enero 2024, 16:14

Orihuela gana la primera batalla. El barrio de las Casas Baratas de Rafal continuará siendo territorio bajo soberanía oriolana. Así lo ha sentenciado la sección primera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, que desestima el recurso presentado por el Ayuntamiento rafaleño y da la razón al Consistorio oriolano y al Instituto Valenciano de Cartografía.

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La sentencia, que es recurrible en casación ante el Tribunal Supremo, da la razón a Orihuela que, desde 2015, lleva batallando frente a los intereses del alcalde de Rafal, Manuel Pineda (PSOE). El regidor de este pequeño municipio cercado totalmente por territorio de Orihuela y que es independiente desde hace más de 300 años reclamaba la propiedad del barrio, que está pegado a Rafal, formando un continuo urbanizado con el casco urbano del pueblo, pero desde suelo oriolano.

Las primeras viviendas, según muestra el Catastro, fueron construidas a partir de los años 70 y las últimas, unos adosados en la calle Infanta Elena, figuran edificadas en los primeros 2000, durante el 'boom' de la construcción. Así lo reconoce el edil de Infraestructuras, Víctor Valverde, que también era concejal del gobierno municipal cuando el litigio surgió siendo alcalde de Orihuela Emilio Bascuñana (PP).

Valverde recuerda que todo surgió, según explica, cuando los vecinos de estas calles dieron la alerta al Ayuntamiento de Orihuela de que unos operarios habían pintado líneas de prohibido aparcar frente a sus casas. Ante la constatación de esta no había sido una iniciativa emprendida por el propio Ayuntamiento, dice, llegaron a la conclusión de que había sido obra de Rafal y de su alcalde, más en particular.

El primer edil de Rafal entonces inició una campaña para intentar ver reconocida para su pueblo la propiedad de estas casas. Más tarde, solicitó un informe al Instituto Valenciano de Cartografía, que concluyó que las lindes era correctas y que esos terrenos eran por derecho de Orihuela.

Descontento, Rafal elevó su disputa a los tribunales y se posicionó en contra del criterio de esta entidad autonómica y del de Orihuela. El alcalde incluso logró aprobar una declaración con el apoyo del PP local en la oposición para solicitar la incorporación del barrio al término rafaleño. Todo hasta ahora que el alto tribunal autonómico ha cerrado el capítulo -de momento- para felicidad de los oriolanos.

Esto no quiere decir que, en este barrio, haya un profundo sentimiento de pertenencia a Orihuela. Sin ir más lejos, pese a pagar el IBI al Ayuntamiento de la capital comarcal, estos vecinos hacen mayoritariamente su vida en Rafal, muchos están empadronados allí, tienen escolarizados a sus hijos en el pueblo y reciben atención sanitaria en él. Incluso los propios vecinos llegaron a enviar un escrito en el que se posicionaron a favor de ser parte de Rafal, aunque solo fuera por cercanía y comodidad. Orihuela, sin embargo, considera esta barriada como una más de la pedanía de El Mudamiento.

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El municipio oriolano, el segundo más extenso de la Comunidad Valenciana, es terreno abonado a estas disputas territoriales. Buena parte de los municipios de la Vega Baja han surgido por segregación de Orihuela, actual cabeza de la comarca y antaño de toda la provincia. Una realidad que hacen que surjan diferentes idiosincrasias, con pedanías que conservan el idioma valenciano como Barbarroja, el crisol de culturas en que se ha convertido la costa, donde han surgido movimientos independentistas, y zonas donde la delimitación de las fronteras con esos 'hijos' desgajados son objeto de disputa.

Así, en este enclave de frontera con Rafal, se puede encontrar la curiosa dicotomía de cruzar de calle y ver que a un lado el rótulo lleva el escudo del Ayuntamiento de Orihuela y, justo enfrente, el de Rafal. También sucede del mismo modo con los carteles de los vados. Unos límites que incluso son apreciable sobre el asfalto. En algunas calles se aprecia que el asfalto de una acera se echó después del de la otra acera.

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En este sentido, existen casos algo similares en otros puntos del término municipal oriolano, donde los vecinos, pese a tener sus viviendas en Orihuela, hacen vida y se sienten más ligados al pueblo al que están más próximos. Así sucede en la Vereda del Reyno, que marca el límite entre Beniel y Orihuela. También en Bigastro, donde, entre el centro de su casco urbano y su polígono industrial, se halla un barrio que, sobre plano, es territorio de Orihuela.

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