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El Consell ha vuelto este miércoles a la Vega Baja. El nuevo president de la Generalitat, Carlos Mazón, visitaba este martes Orihuela y reunía a su equipo en el Ayuntamiento de la localidad en la que es su primera visita a la ciudad y a la comarca en calidad de jefe del Consell. Desde que el inquilino del Palau no se dejara ver en el balcón consistorial el día del Pájaro, la ausencia de Mazón a orillas del Segura ya empezaba a chirriar en una Orihuela ya acostumbrada con Ximo Puig a las visitas recurrentes del máximo mandatario valenciano. Esas críticas hoy, si no se esfumaban, quedaban acalladas.Tras salir de su reunión en el salón del Oriol, el nuevo president del PP, como su antecesor, aprovechó para deshacerse en halagos hacia las gentes del Bajo Segura y, también, para poner negro sobre blanco la que, entiende, será la hoja de ruta de su gobierno en la comarca más meridional de la Comunitat. Todo, además, en el marco del día en el que se cumplen cuatro años de la catastrófica Dana del 2019.
La reunión del Gobierno valenciano intramuros del Palacio del Marqués de Arneva, un tanto improvisada, no tenía en primera instancia prevista ninguna declaración ante los medios del president. Finalmente Mazón accedió a dirigirse en una declaración sin preguntas donde desgranó esa guía que se marca para la Vega Baja y que resumió en cuatro conceptos: la batalla judicial contra el recorte del Trasvase Tajo-Segura, la libertad para elegir la lengua en la que escolarizarse, el desdoblamiento de la CV-95 y la conclusión de las obras hidráulicas comprometidas por el Botánic a través del Plan Vega Renhace, el cual tildó de «propaganda pura».
Respecto al primer asunto, Mazón, en compañía del alcalde oriolano, Pepe Vegara, prometió «unidad de acción jurídica» contra el Gobierno de España. El también expresidente de la Diputación de Alicante destacó que con su llegada a Valencia, por primera vez, Generalitat y la institución provincial remarán juntas en la misma dirección en este asunto. Una ruta que, dijo, trazará «de la mano de los regantes». «No nos van a callar. No nos van a parar y esa actitud gris y timorata de la Generalitat se acabó», lanzó contra sus predecesores del Botánic, que también impulsaron por su cuenta un recurso al recorte del Trasvase.
En materia educativa, el nuevo inquilino del Palau aseguró que primará «la libertad de las familias para elegir la educación de sus hijos». Un asunto que, en especial en la Vega Baja, abordó desde el punto de vista de la continuidad del derecho a exención del estudio de la lengua valenciana y la reforma de la Ley de Plurilingüismo impulsada por el exconseller de Compromís, Vicent Marzà. Frente a la «imposición», calificó, su camino será el de la «hermandad y convivencia entre nuestras dos lenguas».»Nuestro camino es promover, no imponer», insistió.
Mazón también mostró su predisposición a enmendar una promesa recurrente que no se ha cumplido según han pasado los diferentes gobiernos valencianos: el desdoblamiento de la CV-95. Eje vertebral que conecta el interior de la Vega Baja con su litoral, Mazón aseguró que ya ha puesto «la quinta marcha» para sea una realidad y «acabar con el ninguneo a la comarca».
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La última de las cuestiones empezó a despejarse en el momento en el que, durante la toma de posesión de la nueva delegada del Consell en la provincia, la torrevejense Agustina Esteve, aseguró que ella tomará las riendas del Plan Vega Renhace, el «mal llamado» plan de inversiones puesto en marcha por el anterior Consell de Ximo Puig. A juicio del nuevo president, sus antecesores pecaron de «excesiva propaganda» con una hoja de ruta de la que, según él, «no se ha ejecutado ni siquiera el 18%, ni muchas de las obras tienen que ver con el agua, sino con infraestructuras pendientes de tipo sanitario y educativo».
Tras abandonar la sede central del Consistorio oriolano, el jefe del Consell se trasladó al colegio de educación especial Antonio Sequeros y, a continuación, marchó rumbo a Almoradí. Allí, junto a la alcaldesa, María Gómez y ya dispuesto a contestar preguntas, rememoró los momentos más difíciles de la Dana sobre el punto en el que la mota del río colapsó. En ese escenario, exigió más diligencia al Gobierno central a través de la Confederación Hidrográfica con la limpieza del cauce del Segura, pues a su juicio «ni limpia ni deja limpiar».
En este punto, Mazón volvió a manifestar, esta vez sí a preguntas de los medios, sus intenciones con el Plan Vega Renhace y, en concreto, con la que ha sido su sede hasta la salida de Ximo Puig: el Palacio del Marqués de Rafal, en Orihuela. Y es que no pasó desapercibido que el nuevo Consell rompiera hoy la tradición de usar esa sede de la presidencia de la Generalitat, la primera fuera de una capital de provincia, para celebrar su reunión. Una decisión que justificó en que, dijo, «nos la encontramos cerrada». «A mi me hubiera gustado que mis predecesores hubieran consignado la partida presupuestaria para mantenerla abierta todo el año, pero solo la mantuvo abierta media año. Ahora tomaremos las medidas oportunas para reabrir ese magnífico palacio en condiciones».
Antes de su aterrizaje en Orihuela, el president fue recibido por miembros de la corporación municipal, entre ellos el equipo de gobierno PP-Vox al completo y algunos ediles socialistas. No asistió ningún representante ni de Ciudadanos ni de Cambiemos. Una vez dentro, Mazón firmó una dedicatoria en el libro de visitas. «Hoy, en el triste aniversario de la DANA de 2019, el Pleno del Consell se reúne como símbolo de compromiso y de justicia con una tierra y una comarca fundamental, y ya nunca más olvidada», rubricó antes de reunir a sus consellers en el Salón del Oriol.
Mientras Carlos Mazón continuaba su visita por la comarca, algunos consellers ocuparon sus agendas con visitas a algunos pueblos de la Vega Baja. La consellera de Medio Ambiente, Agua e Infraestructuras, Salomé Pradas, lo hizo a San Fulgencio donde anunció que la Generalitat construirá un dique de contención contra grandes avenidas. Una obra, subrayó, que permitirá proteger a los más de 5.000 vecinos que residen en el flanco este del municipio y cuyo valor estimado es de 3,2 millones.
Pradas, que ha visitado el Ayuntamiento de esta localidad, junto a la directora general del Agua, Sabina Galindo, se ha comprometido con su alcalde, José María Ballester, «a impulsar esta infraestructura hidráulica es urgente y necesaria en un municipio como San Fulgencio, que fue uno de los más azotados por la DANA que arrasó en 2019 la Vega Baja de Alicante».
Salomé Pradas ha asegurado que el Consell «va a ir de la mano de los alcaldes para que el Plan Vega Renhace sea una realidad y atienda a la verdadera naturaleza de su objeto, que no es otra que la de preparar a los municipios ante futuras emergencias y catástrofes como la que sufrieron en la Dana de 2019».
Paralelamente, el conseller de Agricultura, José Luis Aguirre, viajó a Pilar de la Horadada para visitar la cooperativa Surinver, de cuya dirección se ha hecho recientemente cargo el alcalde de la localidad, José María Pérez. De la mano del regidor, el conseller ha manifestado su plena confianza en el nuevo rumbo que ha tomado la cooperativa y su apoyo incondicional para el sector agrícola, y concretamente, para la cooperativa de la que destacó su nivel de tecnificación y liderazgo a nivel regional y nacional.
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