Malos tiempos para la vendimia de La Mata
Se pierde el 50% de la producción, obteniendo unos 12.000 litros con esta cosecha de agosto
M. J. Escobedo
Domingo, 1 de septiembre 2024, 08:20
«La peor cosecha». Finalizada la vendimia en las parcelas del Parque Natural de La Mata, entre Torrevieja y Guardamar del Segura, el balance constata una pérdida del 50% de la producción, asegura el agricultor matero Cayetano Gil. Uno de los pocos que quedan -se cuentan con los dedos de la mano-, que se dedican a mantener este tradicional cultivo con ilusión, para su disfrute personal, y pese a las adversidades. Problemas como la sequía, la falta de relevo generacional, las plagas, la presencia de animales que buscan alimento –este año están haciendo más daño-, y la complejidad jurídica que hay en estos terrenos, que hacen que cada vez sea más difícil mantener viva esta actividad vitivinícola tan presente en este territorio desde tiempos inmemorables.
Así, la vendimia de agosto ha dado entre los 10.000 y los 12.000 litros, a diferencia de los 50.000 de 2023. En los últimos años, también se han perdido bodegas en La Mata y hectáreas plantadas con viñedos dentro del Parque, pasando de unas 30 a las 20 ó 23 actuales. En ellas, encontramos dos variedades de uva muy propias de la zona, como la Moscatel y la Merseguera, pero hay muchas más, hasta veinte se pueden sumar. Sabor y carácter únicos los que tienen estos viñedos al estar plantados a unos 500 metros del mar, azotados por un Levante caprichoso y erguidos, a poca altura, en una tierra con solera, con historia propia asociada a la vid. Siglos y siglos vinculados a este arte que se ha modernizado, pero que en estos cultivos de La Mata se sigue trabajando de una manera artesanal. Porque es tradición y cultura, seña de identidad de este rincón con renombre de Torrevieja. Una trayectoria que pone en valor la investigadora y divulgadora de la historia del patrimonio local, Ana Meléndez, quien a través de 'Lagunas de Torrevieja y La Mata. Patrimonio cultural y biodiversidad' –una página de Facebook e Instagram', se da testimonio de lo importante y representativo que es este tesoro, que ofrece singulares caldos muy preciados dentro y fuera de España.
«Un reducto milenario» se refiere Ana Meléndez al recorrer su historia, cómo llegaron hasta a aquí cepas de otros lugares, de cómo se cultiva en vaso y del léxico compartido entre los agricultores locales. Porque es algo más que cultivar. En este sentido, la asociación de agricultores que defiende el presente y futuro de esta esencia matera asegura necesitar más apoyo de las administraciones para que sobreviva, porque algunos ya la dan por perdida.
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