Helados de coca de San Juan, pionono o milhojas: llegan a Orihuela las creaciones de Candela La Gelateria

Traspasar las puertas de Candela La Gelateria es adentrarse en un laboratorio gastronómico. Un espacio en el que la creatividad y la 'química' de los aromas y los sabores deleitan a los clientes con helados 'gourmet' que encandilan a todos aquellos que los prueban. Ahora, esta heladería, que abrió sus puertas en 2018 en Redován de la mano de José Manuel Marcos Candela, aterriza en Orihuela, en el Centro Comercial Ociopía, para endulzar el verano en la capital de la Vega Baja.

Este proyecto nace en 2018, tras la participación de Candela en la Copa del Mundo de Heladería, competición en la que quedó subcampeón. Esta experiencia le hizo acercarse más a la heladería, aunque reconoce que a pesar de que esta profesión no le viene «de cuna» sí tenía «una cierta pasión» por un mundo que hasta ese momento «no había sido descubierto». Y es que hasta entonces se dedicaba a la repostería desde su pastelería Crujiente, en Redován.

En las vitrinas de Candela La Gelateria se pueden encontrar desde los helados más tradicionales, como los de chocolate, mantecado, fresa o mango, todos ellos elaborados con «ingredientes naturales y de calidad», hasta combinaciones originales para los amantes de los postres. Helado de pionono, un homenaje al restaurante Casa Isla de Granada, milhojas, 'carrot cake' o 'cheesecake'. Creaciones «muy pensadas» que se basan en las percepciones de su autor y en las que se «estudian minuciosamente» los productos que se quieren reproducir, y que aúna las dos pasiones de Candela, la heladería y la repostería, para que en una sola cucharada los clientes puedan disfrutar de una experiencia que les recuerde completamente a dicho postre .

Una de sus premisas es «desestacionalizar» el helado, ofreciendo a sus consumidores productos basados en dulces de temporada, como el panettone o el Roscón de Reyes en Navidad, o las torrijas en Semana Santa. Una serie de festividades en las que también se incluye una de las celebraciones que marcan el inicio del verano, San Juan, para la que se elaboró un helado de coca de San Juan. El objetivo es «posicionar al cliente en la época del año en el que nos encontramos», señala Candela.

Uno de los sabores «más emblemáticos» de la marca es el de plátano, coco, yuzu y lima, con el que se presentó a la Copa del Mundo de Heladería, y que quedó campeón. Una elaboración «laboriosa» que lleva tres días de trabajo.

El 'secreto' de estos helados son sus ingredientes, que le dan el toque «fresco, sano y natural» que les caracteriza. «Estamos en la cuenca mediterránea, eso significa que tenemos unos productos magníficos y unos cítricos y frutas geniales. El helado que elabora Candela mima todo esto y eso es lo que queremos transmitir al cliente», confiesa su creador. Y es que «hacer un buen helado no está reñido con que sea saludable», una idea que se traslada al resto de productos que ofrecen, como los granizados.

Entre su palmarés, Candela también cuenta con un Solete de la Guía Repsol en 2022 y su helado de yogurt con fresas fue elegido como Helado Europeo en 2020. Unos reconocimientos que para él son «pequeños hitos» que se consiguen con trabajo diario y que «no se buscan» pero que se «disfrutan muchísimo». Además, también es Experto Universitario en Elaboración de Helado Artesanal.

Otra de las señas de identidad de Candela Gelatería, además de sus inconfundibles sabores, es el diseño de sus locales. Un estilo «moderno y atemporal» que emula a un laboratorio, con paredes hechas de chapa perforada y con el azul y blanco como colores corporativos, dejando todo el protagonismo a los helados, que aportan un toque colorido al local. Un entorno futurista en el que la tradición y la innovación van unidas.

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