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La ampliación de la Casa Consistorial por el edificio colindante de la calle Clemente Gosálvez tendrá que esperar. El Ayuntamiento ha constatado que la operación de ampliación va a ser más compleja de lo inicialmente previsto. Según trasladan fuentes municipales a este periódico, el suelo de las plantas del Consistorio y el de las del edificio comprado por el equipo de gobierno no están al mismo nivel, en concreto, cuentan con una diferencia de más de un metro. La compra del edificio costó a las arcas municipales casi 600.000 euros en 2021.
Este contratiempo obligará a realizar una intervención de mucho mayor calado que, de momento, no se prevé ejecutar al menos en el corto plazo. El equipo de gobierno manifiesta que realizará un estudio integral para cuantificar económicamente el coste de ampliar de forma simultánea el Ayuntamiento, tanto por Clemente Gosálvez como por la antigua sede del Consistorio, de 1920 y desalojada en 2014 por su mal estado estructural.
El inmueble de Clemente Gosálvez consta de cuatro plantas. De momento, solo está en uso el bajo, donde el Ayuntamiento da cabida a la Asociación Cultural Carnaval de Torrevieja y a dos servicios: la Oficina de Información al Consumidor, que se encontraba antes en el Ayuntamiento Periférico de La Mata, y la Unidad de Prevención en Conductas Adictivas. Antes, esos mismos bajos fueron empleados también como punto de recogida de ayudas para los afectados por la guerra de Ucrania.
En la recta final del año pasado, el Consistorio firmaba el alquiler de un local en la esquina de Clemente Gosálvez con Caballero de Rodas por un importe anual que asciende a 31.944 euros. Un bajo que necesitará intervención para adaptarlo a las necesidades municipales. El equipo de gobierno no detalló cuáles serán los departamentos que se mudarán a este nuevo emplazamiento.
Los funcionarios municipales ya están encontrando ciertas dificultades para contar con espacio suficiente en la sede de la plaza de la Constitución.
En los últimos años, el actual ejecutivo se ha ido haciendo con varios inmuebles para dar cabida a esos trabajadores y, al mismo tiempo, reducir el coste de los alquileres. Aparte del edificio de Clemente Gosálvez, a falta de una reforma están disponibles el Ayuntamiento viejo, una vivienda antigua de la calle Azorín y el edificio multiusos de avenida de las Habaneras. Para este último inmueble, el equipo de gobierno ha encargado recientemente un proyecto que permita habilitar la quinta planta como centro municipal de formación y la tercera como centro de ocio juvenil.
Por otra parte, no son pocos los servicios y departamentos municipales que están dispersos en locales alquilados. Tal es el caso de Censo y Estadística, Archivo Municipal, Agencia de Desarrollo Local o Museo del Mar y de la Sal. Arrendamientos que el Ayuntamiento viene pagando religiosamente, incluso cuando los contratos habían vencido.
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