El río a su paso por Molins y La Campaneta está trayendo de cabeza a los vecinos desde hace más de un año. Con un ojo puesto en el cauce del reguerón y el otro en la climatología, los oriolanos viven temiéndose lo peor: que una nueva DANA inunde de nuevo los municipios regados por el Segura.
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Actualmente, el río y el reguerón se encuentran en muchos puntos al borde de la obstrucción por la gran cantidad de cañizo que se apodera de los márgenes. La situación se extiende por toda la Vega Baja, siendo especialmente preocupante la bajada hacia las pedanías oriolanas de Molins y La Campaneta, donde el camino del agua queda casi oculto por las cañas y matas que lo abrazan.
Cabe recordar que precisamente estos dos municipios fueron algunos de los más perjudicados durante la gota fría de 2019 por el desbordamiento del río, llegándose a acumular más de 500 litros por metro cuadrado en tan solo 48 horas. Esto provocó que el 80 por ciento de las viviendas quedaran anegadas, dejando desperfectos que todavía sufren las familias.
Ahora, ante la inminente llegada de la temporada de lluvias, los vecinos temen que se repita este episodio, ya que según aseguran, con tan solo la mitad de del agua acumulada en la DANA de 2019 se puede producir una nueva riada.
Son muchos meses los que están solicitando soluciones al Ayuntamiento y a la Confederación Hidrográfica del Segura, sin respuesta por parte de la organización competente. Es por esto que residentes y regantes de las pedanías se están movilizando para conseguir que la CHS deje de mirar hacia otro lado y ponga solución al problema.
Entre las peticiones, requieren que se ataje este problema antes de que lleve el mes de septiembre, clave en materia de precipitaciones. Además, esperan que no solo se limpie el lodo y la vegetación existentes, sino que se le dé un mantenimiento y un seguimiento a la cuenca. En esta línea, manifiestan que se deberían explorar las vías pertinentes para buscar un remedio a largo plazo, como la fumigación de la zona para evitar la proliferación de más cañas en los márgenes del río y el reguerón
Los vecinos, que aseguran que ya lo intentaron en la pasada legislatura sin éxito, cuentan que hablaron en numerosas ocasiones con el anterior equipo de gobierno del Consistorio oriolano, pero que este no realizó ninguna acción para subsanarlo.
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Tras las pasadas elecciones, explican que se pusieron en contacto con la Corporación actual, que ha elevado una solicitud formal a la CHS para que se haga cargo de la limpieza.
La actual concejala de Medio Ambiente, Noelia Grao, indica que urge su limpieza y que se debería realizar cuanto antes «para evitar daños y que los vecinos puedan estar tranquilos».
En este sentido, la edil señala que la administración local realiza las tareas de mantenimiento y limpieza del río en cuanto a elementos flotantes que discurren por el núcleo urbano de la ciudad, pero puntualiza que las competencias en la materia sobre la que se realiza la solicitud corresponden a la CHS.
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Grao añade que el Ayuntamiento está dispuesto a colaborar con este organismo en la realización de las actuaciones que sean necesarias para la prevención de inundaciones.
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