Amplio despliegue policial para controlar una marcha de protesta de decenas de migrantes acogidos en Guardamar

Una improvisada y multitudinaria protesta, protagonizada por decenas de migrantes irregulares acogidos en Guardamar del Segura, ha sacudido la tranquilidad habitual del municipio alicantino este miércoles por la mañana. Al grito de «este país no es bien» y tras parar el tráfico en determinados momentos, los participantes en la marcha han recorrido la distancia entre el resort en el que están alojados desde hace varios meses y la puerta del Ayuntamiento guardamarenco.,

Su objetivo: exigir trabajo, mejores condiciones y un cambio de emplazamiento, ya que el antiguo Maristas al parecer ya no cumple con sus expectativas, según se desprende de los testimonios recogidos por este periódico. Durante el trayecto han obligado a detenerse a conductores mientras gritaban diferentes consignas ante la incredulidad de los vecinos.

Los hechos han obligado a intervenir urgentemente a la Policía Local y a la Guardia Civil. Ambos cuerpos han enviado patrullas hasta el lugar para controlar a la multitud y que las protestas no fuesen a más.

Este diario también ha podido conocer que la noche de este martes, 28 de enero, los acogidos causaron un altercado en el complejo donde residen temporalmente, lo que obligó a intervenir a los agentes para evitar mayores problemas. Los ánimos, no obstante, siguieron caldeándose hasta que este mismo miércoles por la mañana se ha producido la marcha hasta el edificio consistorial.

No es la primera vez que la presencia de los migrantes genera polémica en Guardamar. Ya en el mes de julio del año pasado el Ayuntamiento reclamó «una respuesta contundente» a la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana por la espiral de violencia y agresiones en las que se vio envuelto un reducido grupo de usuarios del programa de acogida de inmigrantes» en el Hotel Parque Mar.

La noche del pasado 14 de julio, en plena celebración por la consecución de la cuarta Eurocopa de la selección española, un grupo de menores procedentes del norte de África que acababan de ser desplazados a Guardamar del Segura propinó una paliza a un vecino de 19 años en un pub del centro, donde también sufrieron tocamientos un grupo de chicas. Además, un agente de la Policía Local de Guardamar fue víctima de una agresión a raíz de practicar una detención.

Estas circunstancias motivaron que el Gobierno central, del que depende el programa de acogida, decidiese desplazar al resort del antiguo Maristas de Guardamar, ubicado en las afueras del municipio, a unas 300 personas atendidas como expatriadas.

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