La Policía Local de Torrevieja está de celebración. El cuerpo de guardias municipales de la ciudad salinera cumple 175 años. Con motivo de la efeméride, el Ayuntamiento y el Instituto Municipal de Cultura Joaquín Chapaprieta han preparado una serie de actos de los que el primero tuvo lugar ayer. El salón principal del Casino acogía la presentación del primer libro que condensa la historia de la Policía torrevejense en un libro. La investigación ha sido realizada por el profesor de la Universidad de Alicante, José Miguel Santacreu, y el investigador predoctoral Carlos Cárdenas.
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Bajo el título, 'El origen histórico de la Policía Local en Torrevieja', el libro une la experiencia del profesor y el entusiasmo del joven doctorando para finalizar con éxito una ardua tarea que les ha llevado a rebuscar entre los papeles de los archivos históricos de los ayuntamientos de Torrevieja y Orihuela, así como el de la Diputación de Alicante.
El trabajo, explica Santacreu, empezó a gestarse en noviembre de 2023 en el marco del convenio que mantiene el Ayuntamiento con la sede de la Universidad de Alicante en la ciudad, que establece la realización de tareas de investigación y transferencia de conocimiento en temas de interés para la ciudadanía. Así es como, explica, llegó el encargo de indagar en los orígenes del cuerpo policial.
Entre otros hallazgos, los dos investigadores han conseguido poner nombre a los dos policías que patrullaron las calles de Torrevieja. «El libro que el lector tiene en sus manos reconstruye el hilo de la memoria de los primeros guardas municipales de Torrevieja, que fueron José Gimeno, desde el 1 de enero de 1849, y Manuel Amillano, desde el 1 de enero de 1850», señala Santacreu.
En aquella época, descubre el profesor, el sueldo anual de ambos era de 1.800 reales de vellón pagados del Capítulo de Gastos de Policía de Seguridad. En ese apartado, indica, también se financiaba a los primeros serenos, Pedro Galindo y Francisco Carreño, que iniciaron el servicio el 1 de enero de 1857 y con un sueldo anual que era de 1.095 reales de vellón.
De ese modo, Giménez y Amillano fueron la avanzadilla de todas las generaciones de uniformados que hubieron de seguirles después. «A partir de ahí, el Ayuntamiento creó progresivamente el cuerpo de agentes municipales diurnos y nocturnos, con sus haberes contemplados en el capítulo de Gastos de Policía de Seguridad desde 1849».
En aquel momento, todavía no se hacía mención expresa al nombre del cuerpo. «Será preciso esperar hasta las Ordenanzas Municipales de la Villa de Torrevieja de 1894, donde aparece 'cuerpo de guardias municipales' en el artículo 534 sobre denunciar infracciones y el 7º que dice textualmente: 'Es el encargado de atender a cuanto se refieren las presentes ordenanzas y encomiendan las leyes a la autoridad local de cuya observancia cuida esta fuerza pública'».
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Para la década de 1920, refiere Santacreu, el cuerpo estaba integrado ya por un inspector jefe, un cabo, cuatro agentes de la Guardia Municipal y cuatro agentes de la nocturna (los llamados serenos). «El primer inspector fue Juan Pérez Santos nombrado el 31 de marzo de 1920». El sueldo subió: 2.250 pesetas. Así fue cómo se empezó a profesionalizar un cuerpo, que ya es parte intrínseca de la sociedad salinera y cuyos orígenes ya están al alcance de todos.
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