Vencer, pero no convencer. El PP puede haber vencido, pero desde luego no ha convencido. Y es que vencer es fácil, pero para gobernar, los demás tienen que convencerse de que puedes y debes gobernar. Y Feijóo no ha convencido. No es lo mismo ser ... virrey en una comunidad autónoma periférica que primer ministro en las 17 Españas. Por otra parte, para convencer tienes que arriesgarte. Con independencia de la opinión que de Pedro Sánchez se tenga, desde luego se arriesga, se le ve venir, se le quiere o se le odia, pero... ¿quién es Feijóo?, ¿el buen administrador?, ¿el cooptado por sus compañeros para hacer olvidar las penas de Casado?, ¿el que nunca se moja, y ahora dice sí y luego no y luego quién sabe?, ¿el Señor de los Porcentajes, que niega gobiernos de coalición en unos sitios y los aprueba en otros?, ¿el que mintió sobre las pensiones y el Pegasus?, ¿el que pide rectificar a una periodista de TVE por cuestionar sus mentiras?, ¿el de la foto con el narco que era contrabandista, o el de la foto con el contrabandista que era narco? Feijóo es un problema, envuelto en un misterio, dentro de una gran duda, cubierto por vacilaciones e indecisiones. A Pedro Sánchez se le ve venir; Feijóo no se sabe dónde está, si es que está.
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De tal palo, tal astilla. España no está preparada para que un partido de –digámoslo con respeto– 'derecha alternativa' o extrema participe en el gobierno de una nación de 47 millones de españoles. Porque el verdadero poder está en el BOE, y hay muchos españoles que no están dispuestos a admitir que alguien de Vox pueda firmar leyes o reales decretos. Puede ser que muchos hayan votado a 'Perro' Sánchez porque no quieren que Abascal entre en el Gobierno, y si el mismo Feijóo se avergüenza de estar al lado de Abascal, ¿por qué los demás no pueden sentir lo mismo? Pues eso. Así que, si el PP cree que por tener más diputados ya debe gobernar, es su problema, el problema de no reconocer que quien propone presidente es el Rey y quien decide el presidente son los 350 miembros del Congreso.
La soberbia del PP. Hay personas que se creen sus propias mentiras. Una mentira es creer que el poder les pertenece a ellos por razón de sangre, méritos, amistades y encuestas. Otra automentira es creer que, si no me muevo, no me ven. Y así, si no voy a un debate, si no me enfrento con los hijos descarriados (Vox), si no propongo más que derogar el 'sanchismo' y 'que te vote Txapote'... los demás me van a aplaudir y darme mayoría absoluta. ¿Y por qué los que no somos de su cuerda vamos a votarles?, ¿por su cara bonita?, ¿porque se lo merecen y son los mejores?, ¿porque lo dice la prensa y las tertulias radiofónicas afines? Así no funciona la cosa. Muchos ciudadanos le han visto las orejas al lobo y se han movilizado; mientras tanto, la derecha ya estaba vendiendo la lana de las ovejas, su leche, y hasta sus andares. Menos lobos, caperucita PP.
Cataluña reconquistada. Cual Pelayo, 'Perro' Sánchez ha conseguido 19 diputados en Cataluña (ERC y Junts solo 14). La ensoñación independentista ha terminado. Y ahora queda claro que quien mejor defiende la unidad de España (dentro de su diversidad) es el PSOE. Y también ha ganado en Euskadi. La mejor garantía de que España permanezca unida es que un partido de ámbito estatal, federal, socialdemócrata y europeísta como el Partido Socialista Obrero Español gane en las zonas de España donde el sentimiento únicamente español no predomina. Así es la realidad. Y ahora que venga PP o Vox intenten cambiar España.
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La España real. El 23-J, la suma PP+Vox es inferior a la de los partidos 'sanchistas', 'comunistas', 'separatistas', 'independentistas' y otra gente de mal vivir. Qué pena para los verdaderos españoles vivir en una España que no es la que ellos desean. Pero es que la vida supone aceptar que el mundo no es como nos gustaría, que los puros (y no me refiero a los habanos) no existen. Que la España una, grande y libre no existe. Existe la España diversa, real, contradictoria, atlántica y mediterránea, seca y verde, taurina y animalista, conservadora de ombligo para arriba y liberada de ombligo hacia abajo, una España donde lo que más distingue a los españoles es que muchos están en ella porque no tienen otro sitio donde vivir. Nadie está al 100% a gusto en la España que nos ha tocado vivir, pero esta es la realidad, y cuanto antes el PP la acepte, mejor para ellos y mejor para todos.
La moraleja. «Más sabe el 'perro sanxe' por perro que por 'sanxe'». Feliz Verano Azul (y rojo, y morado, y verde, y rosa...).
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