La dichosa pandemia ha hecho que muchos viajeros habituales que utilizamos el tren para ir a Madrid abriéramos un amplio paréntesis en ese frecuente quehacer. En mi caso, casi veinte meses que no usaba el ferrocarril. En ese tiempo, las obras del AVE hicieron que, ... cuando he vuelto a la vieja estación del Carmen, me encontrara con un panorama totalmente distinto. Lo había leído en la prensa, pero no vivido en mis carnes, esas subidas y bajadas por largas escaleras hasta llegar a un apeadero provisional, en donde van y vienen los trenes de siempre. Molestias razonables. Si queremos una moderna estación subterránea, algo deberemos aguantar. No conozco ciudad en la que Mary Poppins tuerza la nariz y, ¡zas!, salas de espera, pasillos y vías se coloquen solas, por arte de magia.

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El trayecto de la mañana a Madrid lo hice en un tren Alvia que no está nada mal. Vas por el sitio de siempre, La Mancha, y llegas a Madrid Puerta de Atocha, es decir, a donde los AVE, en tres horas y media, y sin la humillación del apeadero de media distancia, en donde coges o bajas del convoy casi en marcha; se detiene apenas unos minutos, y si tu coche te pilla en el otro extremo, pies para qué os quiero. Peor fue la vuelta mañanera, por el transbordo de Albacete. Más que por el transbordo, que se hace ordenado y en un plis plas, por la sensación que tienes de que el AVE que cogiste en Madrid sigue a una ciudad de primera, Alicante, mientras que los murcianos, de segunda, pasamos a un intercity que tampoco está mal, pero que no es el AVE. Con todo, con paradiña incluida, tres horas 36 minutos. Los mayores, como yo, hemos ido a la capital en expresos nocturnos que tardaban diez o doce horas, en los que dormíamos tan ricamente en cama o litera, llegabas, te lavabas a cara y a correr por la Castellana. Sí, ya sé que los tiempos exigen otra cosa, pero siempre pensé que hemos exagerado un poco con la porra del AVE. Continuamente estamos con las comparaciones y estas, muchas veces, son odiosas. Que si lo tiene Sevilla, que si lo tiene Barcelona, Valencia, Alicante... Quizás esté equivocado, pero un tren moderno, que vaya de Madrid a Murcia por el camino más recto, apenas superaría las tres horas. Poco más que cuando nuestro AVE pase por Alicante, Albacete y Cuenca. Pero no, Murcia tenía que tener un AVE... por razones políticas, no por sensatez.

Además está lo del soterramiento de estación y vías. Como todos sabemos, Murcia tiene una terminal del siglo XIX, en las afueras de entonces, rodeada de calles en las que se hacían necesarias barreras que cortaban el tráfico. Los que han gobernado durante más de dos décadas quisieron (es un decir) traer el AVE por la superficie, a lo que buena parte de la ciudadanía se opuso. Gracias a ello, esa obra se paralizó. Decían que era provisional. A los vallisoletanos les prometieron lo mismo y ahí siguen, sin soterramiento; claro que sin molestar tanto a los vecinos como en Murcia. Aquí se prefería que la gente siguiera jugándose la vida cruzando las vías por Barriomar o Santiago el Mayor, y no meter los trenes por abajo. Esto hubiera ocasionado años de molestias, y las molestias motivan pérdidas de votos, aunque sin molestias no se hacen arreglos para los próximos siglos. Comprendo perfectamente el cabreo de aguileños y lorquinos que tienen que ir y venir a Murcia en autobús. Pero, vamos a ver, ¿queremos vías para el futuro o quedarnos como estamos? Pienso que lo que deseamos es que, de una vez por todas, nuestras comunicaciones sean cómodas y modernas.

Comprendo el cabreo de aguileños y lorquinos que tienen que ir y venir a Murcia en autobús

Lo chistoso del caso es que, como ahora todo se mueve por política, quienes no han sido capaces de arreglar esto en un cuarto de siglo, alienten protestas por las incomodidades de las obras. Me sonrojo cuando oiga a gerifaltes decir que Murcia no puede estar ni un día más sin AVE, y cosas por el estilo. ¿Tan pronto se han olvidado de que ellos prefirieron hacer otro aeropuerto, a 50 kilómetros del que había, en vez de ordenar de una vez por todas el tema del ferrocarril? ¿O es que se creen que tenemos mala memoria?

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Mientras, benditas molestias en El Carmen, benditos transbordos en Albacete y benditos autobuses alternativos. Todo para que nuestros hijos y nietos viajen mejor que nosotros.

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