Efecto y techo coinciden en María Jesús Montero. Ferraz ha mandado a Susana Díaz un mensaje, aunque no llevaba la dirección clara. La Ejecutiva federal del PSOE apuntó el lunes la intención de «reforzar y renovar en algunos casos los liderazgos autonómicos para hacer al PSOE competitivo en todos los territorios». Y llegamos a Montero como posible rival de Díaz (ganas de esa pelea). No sé si las encuestas internas han constatado un efecto Montero. Porque las mismas razones hay para que haya un inexplicable efecto Illa que uno Montero. La inutilidad a ambos se les supone. Y la visibilidad, que parece lo importante aquí, también. Da igual si has demostrado incompetencia en la gestión de una pandemia o te sacan los colores todos los días con lo que Bruselas no ha dicho que tú dices que ha dicho. O está lo de ser portavoz del Gobierno y expresarte con galimatías. Si no hay efecto Montero y sí lo hay Illa, ahí estaría el techo de cristal.
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