De la línea del AVE solo se salva el soterramiento de las vías en Murcia, los nuevos Cercanías con Alicante y la posibilidad, en un plazo razonable, de viajar a Valencia y Barcelona por el Corredor Mediterráneo, aunque visto lo visto habrá que ver luego ... qué nos llega. Y es que el servicio ferroviario con Madrid es una total decepción. El trazado por Monforte (Alicante), en lugar de la alternativa directa por Camarillas, fue el resultado de un error histórico. Sus consecuencias han sido denunciadas por activa y por pasiva durante dos décadas. Pero la guinda no esperable es la oferta de Renfe, sin un solo tren directo entre Murcia y Madrid, puesto que todos paran en Orihuela y Elche y algunos lo hacen en Alicante. Este servicio de AVE es un fiasco y Renfe debe corregirlo. A Adif no solo le corresponde acelerar la conexión con Cartagena y Lorca. Debe electrificar la línea histórica por Camarillas para trenes con velocidad alta, la reclamación original de la Región que nunca debió abandonarse.
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