La pobreza, la exclusión social y las desigualdades son uno de los principales problemas de la Región de Murcia y por tanto su abordaje debe ... configurarse como una prioridad política y social. Esta afirmación se sustenta en datos objetivos concretos. Datos que, además, son la base en la que se deben apoyar las decisiones que se tomen para luchar contra este gran reto de región. Pero ¿de dónde salen estos datos? ¿Cómo podemos medir la pobreza y la exclusión social? El consenso a nivel europeo a la hora de estudiarla consiste en entender la situación de riesgo de pobreza y exclusión social como una situación en la que intervienen indicadores de ingresos, consumo y empleo. El término situación es más importante de lo que pueda parecer y volveremos al mismo cuando expliquemos por qué desde la Red de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión Social en la Región de Murcia (EAPN-RM) consideramos que la única forma eficaz de luchar contra la pobreza es haciendo 'política', sabiendo que no hacer nada para cambiar esta realidad es una opción política y hacerlo también. Entendiendo la política como el conjunto de medidas que toma un gobierno para organizar los asuntos públicos en interés del conjunto de la ciudadanía. La política nos compete a todos y a todos nos afecta y desde la ciudadanía hacemos política con nuestro voto, con nuestra participación en los asuntos públicos.

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El pasado 13 de febrero, conocimos los últimos datos de pobreza en España y en la Región de Murcia. Estos datos proceden de la Encuesta de Condiciones de Vida que cada año elabora el INE siguiendo la idea de pobreza que acabamos de mencionar. El porcentaje de personas que viven en nuestra Región en riesgo de pobreza y exclusión social ha subido casi dos puntos en relación al año anterior, hasta llegar al 32,4%. Somos la tercera comunidad autónoma con más pobreza del país, solo superada por Andalucía y Castilla-La Mancha. La Región de Murcia, además, tiene la renta por hogar y persona más baja del país (11.967 euros al año frente a la media nacional de 14.807).

Efectivamente, uno de los elementos clave para medir la pobreza son la renta y los ingresos que entran en cada hogar. La explicación técnica de la pobreza medida en función de los ingresos es compleja e implica términos como 'mediana', 'unidad de consumo' y 'economía de escala'. Pero hay una forma sencilla y directa de explicarla a partir de ejemplos concretos. Si una persona vive sola e ingresa al mes menos de 915 euros, estará en pobreza. La media de las pensiones no contributivas es de 604 euros al mes y la de las pensiones de viudedad es de 898 euros. No es de extrañar, por tanto, que uno de los perfiles que más pobreza soporta en nuestra Región sean las mujeres mayores de 65 años.

Somos la tercera comunidad con más pobreza del país, solo superada por Andalucía y Castilla-La Mancha

Otro ejemplo podría ser el de una familia formada por una persona adulta y dos menores. En este caso, si ingresan menos de 1.465 euros al mes, la familia estará en pobreza. No es complicado imaginarse un sueldo inferior a esa cantidad. Se trata de una situación bastante frecuente. De hecho, las familias monomarentales son las familias que más pobreza sufren en la Región de Murcia. Escribimos monomarentales en lugar de monoparentales porque en el 83% de los casos es una mujer la que está al frente de estas familias.

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Los dos ejemplos que hemos puesto (mujeres pensionistas y familias monomarentales) ponen de manifiesto que el género es uno de los factores activos de la pobreza. Pero hay más y es fácil identificarlos: empleo, educación, vivienda, participación ciudadana... Todos estos factores actúan sobre la pobreza. Muchas veces son la causa pero, si actuamos de forma adecuada sobre ellos, pueden ser la solución.

Nos hemos referido a la pobreza en todo momento como una situación porque nadie es pobre. No es una cualidad intrínseca ni inmutable con la que nazcan determinadas personas. Es un proceso dinámico que tiene que ver con la manera económica y social en la que hemos organizado nuestra sociedad. Podemos, por tanto, tomar decisiones de orden político para actuar sobre esa situación. Las medidas políticas que se tomen deben, además, abarcar todos los factores que actúan sobre la pobreza: género, ingresos, empleo, educación, vivienda, sanidad, fiscalidad, servicios sociales... Esa visión integral en la acción política debe completarse con una coordinación no solo entre las distintas consejerías del Gobierno regional ,sino también entre las administraciones estatal, regional y local.

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La Consejería de Política Social, Familias e Igualdad empezó a trabajar el año pasado en una estrategia de lucha contra la pobreza desde esta idea de intervención sobre los distintos factores que están en el origen de la pobreza e implicando a las administraciones regional, estatal y municipal. Esta Consejería debe liderar el proceso, pero reducir la pobreza en la Región no es algo que se pueda conseguir solo con políticas sociales. Es imprescindible el apoyo y compromiso de todo el Gobierno regional.

Como acabamos de saber, la pobreza es una situación que afecta a una de cada tres personas en la Región de Murcia (algo más de medio millón en cifras absolutas). Este porcentaje, con ligeras subidas y bajadas anuales, es un porcentaje en el que se ha estancado la sociedad murciana. No es posible resignarse y menos cuando se entiende la pobreza como una cuestión de falta de derechos tal y como la entendemos desde las entidades del tercer sector. Conocemos los datos y ahora toca actuar en consecuencia. La gravedad del problema exige que la estrategia sea una realidad lo antes posible. No queda tiempo para seguir postergándola. Los derechos de las personas que viven en pobreza no pueden seguir esperando.

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