El CES de la Región: cauce para el diálogo y las propuestas
Hace unos días, los representantes del Consejo Económico y Social de España y de las comunidades autónomas mantuvimos el tradicional encuentro anual que nos permite ... intercambiar valoraciones sobre nuestras instituciones y el estado de la sociedad. La preocupación fue unánime ante el reconocimiento de que atravesamos una situación excepcional por la concurrencia de la pandemia, el escenario bélico y las consiguientes crisis logísticas, de materias primas y precios, la globalización y las transiciones energéticas y digitales. De ahí surgió una declaración institucional que, en síntesis, destaca la importancia y necesidad de potenciar el diálogo social para acordar e impulsar medidas que permitan superar las actuales crisis, reivindicando para ello el papel de los CES por su condición de entes consultivos de los gobiernos con presencia de los agentes sociales y representantes de la sociedad civil; manifiesta su disponibilidad para colaborar y contribuir en la definición, seguimiento y evaluación de los planes, programas y actuaciones que se impulsen; e insiste en la importancia de priorizar los consensos y acuerdos en atención a la singularidad e intensidad de la crisis que estamos viviendo.
Mi convicción y compromiso con esa declaración motiva este artículo, con el que pretendo trasladar a la sociedad murciana lo que puede aportar el Consejo Económico y Social de la Región de Murcia (CESRM), ya con una trayectoria de casi treinta años en la que ha cumplido con eficiencia el mandato legal de ser «cauce de participación de los agentes sociales y económicos en la planificación y realización de la política económica regional», plasmada en los numerosos dictámenes emitidos y los estudios que ha promovido y publicado sobre las materias con incidencia directa en los aspectos especialmente relevantes de la vida socioeconómica y laboral de nuestra Región. Pero, más que los fríos números, destaco el empeño por alcanzar el consenso entre los diferentes grupos que integran la Entidad. Conscientes de la responsabilidad inherente a su pertenencia a un ente público como este, siempre les ha animado el irrenunciable propósito de conseguir, desde las legítimas y diferentes posturas e intereses de cada uno, la mejor propuesta posible en beneficio del conjunto de los ciudadanos.
En mayo de 2019, manifesté públicamente mis impresiones sobre algunos retos que entonces se le planteaban a la Región de Murcia. Indicaba que la Historia nos enseña que existen períodos de involución, retroceso o parálisis en las mejoras alcanzadas por la sociedad, un riesgo cierto que hacía fundamental que las medidas que adoptasen los poderes públicos en los temas esenciales debían partir del consenso de los agentes sociales, económicos y políticos. No era una propuesta vacía de contenido que se expresaba simplemente para manifestar una idea agradable. Más bien al contrario, recordaba que las decisiones importantes surgidas con un gran respaldo social han sido las más eficaces y las que se han asegurado un mayor éxito de implantación real.
Las decisiones importantes surgidas con un gran respaldo social han sido las más eficaces
A día de hoy, la realidad demuestra palpablemente la necesidad de intensificar aquellos propósitos de colaboración y consenso en la formulación y ejecución de las políticas públicas, debiendo los poderes públicos procurar a tal efecto una participación e intervención efectiva e inclusiva de los agentes sociales a través de su integración en órganos consultivos de acreditada solvencia y eficacia, como son los CES estatal y autonómicos. Entidades que constituyen, como resulta hoy una realidad indiscutida, una manifestación más de los irrenunciables principios que inspiran el gobierno participativo, la motivación y la transparencia de las políticas públicas en los Estados democráticos y sociales modernos como el nuestro.
Las complicadas situaciones vividas en nuestro país a raíz de la Covid-19 han motivado la adopción, por los diferentes poderes públicos, de medidas, normativas o de otra índole, con un marcado carácter de urgencia, lo que en buena medida justificaba su aprobación mediante procedimientos e instrumentos en los que no intervenían los órganos consultivos llamados por la ley, en circunstancias normales, a procurar el asesoramiento o la propuesta desde sus respectivas perspectivas y funciones. Sin perjuicio de ello, entendemos que debe hacerse un esfuerzo por procurar una adecuada compatibilidad entre la aprobación de las decisiones públicas y el sometimiento previo de sus propuestas a la consideración de órganos de participación social como el que represento, siendo especialmente relevante y útil la intervención del CESRM en la aprobación de los planes autonómicos que afecten a las materias con más incidencia sobre la situación económica y social de nuestra Región, como sucedió en épocas pasadas, e igualmente en la aprobación de las iniciativas normativas sujetas al preceptivo dictamen de esta Entidad. El examen de su ya larga trayectoria consultiva y el respaldo de los agentes sociales concernidos así lo avalan.
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