Casi a la vez que Colau impulsa la «nueva masculinidad», Macron visita Tahití y lo cubren de flores. Las guirnaldas que le colgaron a su llegada casi lo sepultan. Y, claro, vemos esas fotos con su discurso en la Polinesia Francesa sobre las vacunas y ... resulta difícil atender a lo importante. El llamamiento a la vacunación masiva y los reproches a quienes se niegan a inmunizarse. Por las protestas en París. Importante es también la manipulación del concepto de libertad de los antivacunas («la libertad se basa en el sentido de un deber recíproco»). Recordar que no solo ellos pueden ser víctimas de su libertad, también los otros. «Eso no es libertad. Eso se llama irresponsabilidad», ha dicho Macron. Colau pretende reeducar a los hombres. Un centro para formar a trabajadores municipales y a todos aquellos que lo soliciten. ¿Y entonces ya no van a saber arreglar un enchufe? Visto el egoísmo de los antivacunas, más vale reeducar a las personas.
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