Presente imperfecto

Luces y sombras en la llegada del AVE. Lo mejor, su integración soterrada y la electrificación de vías para viajar por el Corredor Mediterráneo hacia el norte. Las frecuencias, horarios y tiempos son mejorables, pero la alta velocidad con Madrid impulsará la economía. Debe perfeccionarse el servicio, sin renunciar a la línea por Cieza

Domingo, 18 de diciembre 2022, 07:22

En la mayoría de las ocasiones, el futuro que imaginamos adquiere un tono decepcionante cuando cristaliza en el presente. «Me prometisteis colonias en Marte y en cambio recibí Facebook», dijo una vez el astronauta Buzz Aldrin, miembro de la histórica misión Apollo XI. En 1998, ... justo cuando Miguel Corsini, entonces presidente de Renfe, prometió ante el expresidente Valcárcel que el AVE llegaría a Murcia en 2004, fui a Cabo Cañaveral para enviar una crónica del pionero viaje al espacio del español Pedro Duque. Para enviar mi artículo tuve que contratar una línea telefónica desde España a una compañía estadounidense y llevarme un aparato de sobremesa en la maleta. Al llegar a la NASA, en un barracón provisional donde nos colocaron por la avalancha de informadores, me encontré que disponía de línea, pero sin roseta donde enchufar el teléfono, lo cual dependía de una empresa subcontratada que no hizo su trabajo. En la meca de la ingeniería espacial tuve que dictar la crónica desde un cabina convencional llamando a cobro revertido. En contra de mi futurista expectativa, la NASA resultó ser también eso.

Publicidad

La tecnología no ha parado de avanzar en todo este tiempo, aunque eso no nos libra de nuestras chapuzas o malas decisiones. Veinticinco años después ya no solo hay teléfonos móviles, sino también 'chabots' que escriben artículos con un cierto nivel de destreza. Son algoritmos dotados de inteligencia artificial, capaces de mantener conversaciones en línea como los humanos, elaborando todo tipo de respuestas escritas a una velocidad muy superior, sobre cualquier tema y aprendiendo con cada respuesta. Desde hace semanas, cientos de miles de personas están fascinadas en todo el mundo, y no pocas preocupadas, por las posibilidades teóricas de un 'chatbot' llamado chatGPT, que ha sido desarrollado por una empresa llamada OpenIA y que, gratuitamente en internet, produce artículos en respuesta a preguntas abiertas que son comparables en calidad redaccional a cualquier escrito de un estudiante medio de Bachillerato. Esta semana le pedí a este 'robot' digital que me explicará en 250 palabras la historia de la llegada del AVE a Murcia y me devolvió en cuestión de un par de minutos un relato perfectamente construido en lo formal, aunque con un contenido completamente falaz: según este programa informático 'inteligente' la línea AVE Murcia-Madrid une ambas ciudades en menos de tres horas desde 2019. ChatGPT tiene un sistema de aprendizaje automático, que le permite mejorar su lenguaje escrito a medida que más documentos lee. Existe tanta desinformación en la Red que eso explica sus errores de bulto. Que pinche con el AVE a Murcia es todavía más previsible porque en las hemerotecas digitales la historia de la conexión de Murcia a la alta velocidad está repleta de fechas incumplidas, cambios de criterio y compromisos que quedaron en nada. Hoy, con motivo de la inminente inauguración y puesta en servicio del AVE, reconstruimos esa larga y polémica historia en un suplemento especial gracias a nuestro compañero Manuel Buitrago, quien ha informado con detalle y rigor de este proyecto desde hace un cuarto de siglo.

La puesta en funcionamiento del AVE tiene sombras y luces. Ha tardado oficialmente 22 años en llegar, si bien han transcurrido treinta desde el estreno de la línea Madrid-Sevilla. Su retraso no obedece a obstáculos tecnológicos. Se han perfeccionado sus prestaciones y su seguridad, pero la tecnología básica de la alta velocidad es la misma desde hace décadas. Si nos llega con tanta demora es por su alto coste y por políticas que secularmente penalizaron a la España periférica con una concepción radial de las infraestructuras de transporte. Y en particular, llega como llega, con ese gran rodeo por Alicante, por decisiones muy pocos inteligentes adoptadas por Valcárcel en 2001, cuando en la práctica renunció a la velocidad alta por Cieza y Hellín a cambio de la conexión a la línea del AVE de Levante a través de Alicante. En el famoso pacto de San Esteban con Bono, Zaplana y Gallardón, Valcárcel aceptó ese trágala a cambio de que Albacete, Alicante y Murcia quedarán conectadas al mismo tiempo, lo que no se ha producido pues a la ciudad manchega llegó hace trece años y a la portuaria hace diez. Ahora, de momento, vamos a tener un AVE que, además de ese rodeo, parará en Elche y Orihuela en sus cuatro servicios diarios, dos de los cuales entrarán en Alicante, alargándose el viaje en esos casos nada menos que a tres horas y media. Cinco minutos más que con el tren híbrido que durante cierto tiempo circuló por el corredor central hacia Madrid. Así pues, además de tener un trayecto más largo y sinuoso, haremos ese tránsito por la Vega Baja a una velocidad que no puede calificarse de alta al haber paradas en Orihuela y Elche. La situación podría mejorar con alguna frecuencia adicional, pero dependerá de la rentabilidad de la línea. Si los murcianos y quienes nos visitan desde Madrid hacen un uso frecuente del AVE, lo que depende a su vez de buenos horarios y precios de billetes asequibles, entonces sería posible la incorporación de algún servicio más, que en determinadas circunstancias podría ser directo sin paradas. Difícil lo veo hasta que el AVE no llegue a Cartagena, la capital turística de la Región.

La parte positiva es el esperado efecto en todas las variantes del turismo, desde el vacacional al de congresos. Según los cálculos de la patronal, la cifra de viajeros puede pasar de 400.000 anuales a 1,6 millones, con un impacto positivo de 75 millones en la economía regional. Hay otro aspecto especialmente destacable. Que el AVE llega bajo tierra, cerrando la fractura de la ciudad y abriendo múltiples posibilidades para la mejora de la vida en el pasillo verde que deja el soterramiento. Ha merecido la pena la espera porque de no haber existido el empuje vecinal a saber cómo estaríamos ahora. Pocas ciudades españolas van a disponer de una integración soterrada del tren, un éxito que debe atribuirse a la Plataforma Pro Soterramiento. En clave de ciudad, lo importante ahora es lograr la financiación que permita llegar hasta la estación intermodal de El Carmen en tranvía, una posibilidad que está abierta pero sin concreta. Otro avance significativo es la conexión con el resto del Corredor Mediterráneo. Primero con los nuevos Cercanías eléctricos que conectarán Murcia y Alicante en menos de una hora. Y en un futuro no lejano, con trenes para ir y venir de Valencia en menos de dos horas.

Publicidad

Queda mucho que pelear, empezando por Cartagena y Lorca, que deben estar conectadas antes de 2026. Las instituciones y la sociedad civil regional no deben cejar en su empeño de lograr la electrificación y desdoblamiento de la vía por el corredor que comunica a Cartagena con Madrid a través de Cieza y Hellín, el pasillo natural para viajeros y mercancías desde la Región al centro del país, que ahora se queda sin trenes al pasar todo el tráfico ferroviario por Alicante. Existe también una oportunidad abierta en Europa que no deberían desaprovechar los principales partidos regionales, obligados a batallar conjuntamente por ese desafío. Las nuevas tecnologías, incluida la inteligencia artificial de la que hablé antes, seguirán avanzando, pero dependerá de nuestras decisiones evitar más chapuzas. Si nos prometieron viajar a Madrid en dos horas y media porque tecnológicamente es factible, no nos conformemos con este presente imperfecto.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Infórmate con LA VERDAD: 1 año x 29,95€

Publicidad