Despedida

Son las páginas en las que leímos la victoria de Alcaraz, la subida al cielo y la desaparición de ese señor de nombre Ramón Luis y apellido Valcárcel que orbitaba por aquí, a los tantos que le sucedieron y a ese chaval de Lorca prácticamente desconocido que ahora es un barón de ámbito nacional y el presidente autonómico del PP con más años de ejercicio en el cargo. Es el periódico que narró en directo la moción de censura fallida que cambió España, que explicó el conato de fenómeno cantonalista del siglo XXI en Cartagena con José López, el de Alejandro Valverde, el de Arde Bogotá, Second y M Clan.

Es el periódico del pasado, pero también del futuro. En estas páginas leerán todo lo que sucederá dentro de dos años cuando la Princesa Leonor sea una murciana más en la Academia del Ejército del Aire de San Javier, paso previo a finalizar su formación militar. Disfrutarán de los éxitos de Alcaraz, leerán sobre alguna pelea en el Gobierno regional que la izquierda querrá magnificar y se quedará en nada, verán pasar a decenas de secretarios generales del PSOE y a otros tantos cargos de lo que sea que vaya a surgir después de Sumar batallando por cosas que irremediablemente les conducirán a la oposición otro par de décadas más. Habrá información exclusiva, leerán a los mejores periodistas de prensa regional de toda España, conocerán a Murcia en sus páginas y se preocuparán e ilusionarán con esta tierra tan maravillosa con un futuro a la altura de lo que merecen los murcianos.

Escribir en estas páginas y ser una parte minúscula de su inmensa historia ha sido un honor como pocos. La próxima semana empiezo un reto profesional apasionante que me impide seguir conversando con usted cada sábado como veníamos haciendo en los últimos años. Una tradición que no sé si ha servido alguna vez para inspirar a alguien en algún pensamiento innovador, en el odio visceral o simplemente en el entretenimiento, pero para mí ha sido un desahogo del que me va a costar mucho desengancharme.

Hay un topicazo que siempre dice la gente con éxito cuando vuelve a su lugar de origen que es algo así como que la persona en cuestión se siente en deuda con su tierra por todo lo que le ha dado y por eso quiere ahora devolvérselo haciendo algo relevante. Yo no soy importante, pero sí estoy inmensamente agradecida a las oportunidades que me ha dado la Región de Murcia. Si no hubiera nacido y crecido aquí, nunca habría tenido el carácter que me ha permitido progresar laboralmente como hasta ahora.

Ha sido una tónica constante en esta columna, pero permítanme que cierre esta etapa en LA VERDAD recordándole una vez más lo obvio: tenemos la suerte de ser de la tierra con más potencial del mundo. Somos un secreto en el córner de España que cuando despegue va a convertirse en la Florida de Europa y en el sueño de inversión y calidad de vida del mundo entero. Somos número uno del tenis y número uno también en disfrutar, en innovar y en lealtad. Porque, aunque a veces nos cueste recordarlo, si hay algo por lo que nos debemos sentir orgullosos es porque somos el mejor ejemplo de la España constitucional: una región orgullosamente patriota y con una clarísima identidad propia que no obsta para que sepamos que porque somos españoles somos afortunados de ser murcianos.

La historia de Murcia se ha escrito en estas páginas y todo lo que está por venir, que es lo mejor de todo, también lo leerán aquí. Yo, por mi parte, me consolido como miembro del club de suscriptores de LA VERDAD con la esperanza de disfrutar tanto de leer cada columna de los sábados como he disfrutado escribiéndolo.

Ha sido un honor. Nos vemos en nuestra Región.