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La migración y el desplazamiento de personas hacia otros territorios son fenómenos sociales que siempre han existido y existirán. Se trata de la búsqueda de nuevas oportunidades y de espacios seguros en los que poder desarrollar mejores planes de vida. En España, cuando se cuestiona ... la migración desde posiciones políticas y sociales, debemos recordar la reciente historia de los millones de españoles que en los años 50 y 60 emigraron a otros países. Todas las personas podemos ser migrantes y susceptibles de buscar refugio, lo hicimos, pero lo seguimos haciendo actualmente cuando 1,7 millones de personas migraron internamente en España o más de 141.000 ciudadanos/as españoles/as migraron al extranjero.
Los derechos a la libre circulación, a elegir país de residencia y de asilo están recogidos como derechos humanos fundamentales en los artículos 13 y 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, así como en el artículo 13.4 de la Constitución Española.
La llegada de personas inmigrantes a través de las diferentes costas europeas no es una novedad, como quieren reflejar algunos grupos políticos, es un fenómeno social que asienta sus raíces en causas complejas, que abarcan desde factores de tipo natural (catástrofes naturales como el terremoto en Marruecos o las inundaciones en Libia) a diferentes conflictos armados (como las situaciones de guerra y otros conflictos activos en Ucrania, Franja de Gaza, Somalia, Siria o Sahel por citar algunos de ellos). Cuestiones sociopolíticas como las vividas en Senegal o las derivadas del cambio climático y la covid.
No existe un efecto llamada, lo que existe es un efecto salida originado por diversos factores socioeconómicos y políticos en cada uno de los países de origen de los flujos migratorios. El denominador común de todas estas situaciones es que hay personas que se ven obligadas a luchar por su supervivencia, buscando refugio y una vida más digna en otros países. Esta realidad nos viene acompañando desde noviembre de 1988 cuando naufragó la primera patera en las costas del Estrecho y desde entonces se ha convertido en un reto permanente hasta nuestros días que han debido afrontar todos los gobiernos en España, con independencia de su orientación política.
En España, la respuesta a las necesidades de las personas que llegan a nuestras costas se desarrolla a través del Programa de Atención Humanitaria, coordinado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Este programa sirve para atender las necesidades básicas de aquellas personas migrantes en situación administrativa irregular que se encuentran en situación de vulnerabilidad por deterioro físico o psíquico, con carencia de apoyos sociofamiliares y medios económicos. Este programa cuenta con plazas de acogida distribuidas por todo el territorio nacional, plazas que se gestionan con el apoyo de diferentes entidades sociales sin ánimo de lucro especializadas, como es el caso de Convive-Fundación Cepaim, Accem y Cruz Roja en la Región de Murcia, actuando de forma coadyuvante a la responsabilidad pública. Recordemos que el sistema de acogida procede de una directiva comunitaria, y por lo tanto es de obligado cumplimiento.
Una vez confirmado que las personas que han llegado a nuestras costas por vía marítima, o terrestre, no pueden ser devueltas a su país de origen, el Ministerio del Interior coordina la intervención con el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Las entidades sociales que gestionan plazas de acogida humanitaria o refugio, como es el caso de Convive-Fundación Cepaim, Accem, Cruz Roja, Columbares, Murcia Acoge o FISAT seguimos un protocolo de intervención estructurado que está fijado por los acuerdos internacionales en materia de Derechos Humanos y por los estándares de calidad determinados por la Agencia Europea para el Asilo (EUAA).
Las ONG atendemos un perfil mayoritario de hombres jóvenes que buscan oportunidades laborales y que vienen a Europa con el objetivo de conseguir un futuro mejor para ellos y para sus familias. Ni son ilegales, ni delicuentes.
Desde las entidades sociales se planifica el traslado desde el punto de llegada a nuestro país hasta los centros de acogida (que determina el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones). En este proceso, se organiza toda la logística necesaria para realizar la recepción de las personas inmigrantes (esta acogida tiene carácter voluntario, de hecho hay personas que rechazan esta ayuda por contar con redes sociofamiliares en España o en otros países de la UE).
Las ONG especializadas cuentan con equipos técnicos con diferentes perfiles profesionales que ofrecen servicios de atención de las necesidades básicas de alojamiento y manutención, planificación de un itinerario individualizado/familiar en el que se facilita la contextualización en la sociedad de acogida, adquisición de habilidades sociales, aprendizaje del castellano, formación, así como asesoramiento jurídico y psicológico. Todos estos servicios tienen como principal objetivo favorecer su plena integración en nuestra sociedad.
Situarse políticamente fuera del marco normativo de los tratados internacionales de derechos humanos, donde aparece la acogida y la protección internacional, es situarse fuera del marco democrático. Apostar por la acogida humanitaria y la protección internacional es situarnos en el terreno de los valores democráticos.
Queremos recordar que Convive, Fundación Cepaim, Cruz Roja, Accem, Colu'mbares, Murcia Acoge o FISAT, desarrollan su labor sin ánimo de lucro, bajo estrictos principios éticos, de transparencia y buen gobierno, contando con una larga trayectoria y un amplio reconocimiento social en la Región de Murcia, a nivel estatal e internacional.
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