Esto que tú me das' es el título de una de las últimas canciones del tristemente fallecido Pau Donés. Eso que no nos da es el título de lo que ocurre históricamente en esta región. Estoy seguro que le suenan las siguientes frases: 'España nos roba'; 'Somos una región histórica', 'Pertenecemos a la España vaciada'; 'Somos islas y estamos aisladas'. Todas estas frases las utilizan a diario los partidos de corte nacionalista y regionalista en la Carrera de San Jerónimo, y les funciona.

Publicidad

Tanto es así que decidí hacer un experimento ahora que las reuniones familiares se han transformados en diálogos por WhatsApp. Pregunté en mi familia si alguien conocía el nombre de algún diputado o senador murciano, ahora que hay pocos paracaidistas. Vagamente alguno dio un nombre. A continuación pregunté si alguno conocía a algún diputado del PNV, de Coalición Canaria, de Teruel Existe, o de Unión Pueblo Navarro, ahora que se han hecho famosos. Todos o la mayoría afirmaron conocerlos, sus nombres, sus filias y sus fobias, porque claro aquí tenemos que incluir a Revilla.

Es triste, pero también sintomático, que en esta región no conozcamos a quienes nos representan en el Congreso y sí sepamos recitar de carrerilla los representantes de otras comunidades autónomas y sus discursos. Esto no pasa por casualidad y ayuda a explicar un poco la sociología electoral de una comunidad autónoma que vota mirando para Madrid y ha pasado de puntillas por todos los proyectos regionales que en la Región de Murcia han intentado fraguarse.

Sin embargo, todos los murcianos a los que les pregunto muestran la misma querencia por ese '¿qué hubiera pasado con un partido regional con dos diputados en Madrid claves a la hora de formar gobierno, aprobar los Presupuestos o plantear los problemas de esta región en los centros de poder?'. Es seguro que la autovía A-7 nunca se habría parado en Alicante; que la conexión ferroviaria que se cerró con Andalucía se hubiera mantenido, porque en el resto de la línea los cercanías subsistieron gracias a la movilización del pueblo de Totana; que el Euromed hubiera continuado hasta Murcia y hubiera llegado a Andalucía; que el AVE hubiera venido por Cieza y hubiera llegado soterrado; que el agua hubiera llegado desde cualquier parte sin tener que sufrir cada mes; que Cartagena hubiera sido provincia desde hace largo tiempo, aumentando el peso específico de esta región; que tendríamos una financiación justa, aunque seguramente se la habrían gastado igual, pues el déficit que actualmente tenemos desbocado no es imputable a la falta de financiación sino a una nefasta gestión.

Entretanto, Murcia se ha convertido en un laboratorio para los partidos nacionales, donde se ensayan las políticas para ver las respuestas de la sociedad española, como sucedió con el caso del 'pin parental'. Somos moneda de cambio en la política nacional, nos usan para repartir el poder. Lo que es bueno para Andalucía, quitar del poder a quien lleva muchos años, no es bueno para Murcia, a pesar de lo que Inés Arrimadas dijo a sus votantes, y ahora pues tenemos lo que tenemos, un partido vacío de contenido que no responde ante los murcianos sino ante las necesidades de Madrid; una situación que podría ser extrapolada a otros ámbitos y otros partidos.

Publicidad

La solución para muchos es articular un partido regionalista que responda a las necesidades de esta región, que logre plantar en Madrid nuestras necesidades. Parece claro que se podría conseguir mucho más de lo que hasta ahora se ha logrado. No es extraño que en algunos mentideros se hable de un partido regional. ¿Lo votarán los murcianos, triunfará esta vez?

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Infórmate con LA VERDAD: 1 año x 29,95€

Publicidad