Urgencias. Y entonces fue él, López Miras, en vivo y en directo el que zanjó aquella reunión de maitines con sus fontaneros de camilla. «¿Urgencias?, yo os diré lo que es urgente en estos momentos». Y ante la mirada expectante de todos añadió: «Aquí ... lo urgente es dejar que pasen las urgencias». Así como lo lees, así como lo escuchó mi enano infiltrado, ese pequeño cabroncete que en todas partes se mete, disimulado entre las cortinas del despacho.

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Es decir, para hacértelo fácil, el congreso regional no es urgente para Miras. El congreso de Fernando viene un ratico a pie y el otro andando. Tanto es así que muchos son, muchos somos, los que a día de hoy pensamos que el congreso regional del pepé, largo nos lo fían, podría celebrarse tras las autonómicas de 2023.

Tú verás. Feijóo quiere listas únicas en los congresos regionales que se celebren de aquí a entonces para evitar luchas cainitas en un partido que el gallego quiere ir reformando pero a su ritmo, modo y manera. A poco que conozcas el percal llegarás a la conclusión de que en Gonzalez Adalid, sede pepera, no están por la labor de formar listas únicas. Recuerda la marimorena que se armó en la cola de votantes el día de la elección de compromisarios.

El congreso regional apunta a 2023. Feijóo solo quiere listas únicas en vísperas de elecciones. Y si no hay congreso, habrá remodelación de gobierno

Zeta. Y, por si fuera poco, ahí está la 'tournée' que Patricia Fernández acaba de darse por fiestas, procesiones, bandos, misas huertanas y desfiles sardineros. 'Vade retro', Patricia. Y más después de que Miras tenga constancia de recientes visitas de la alcaldesa archenera a la sede de Génova, reuniones con Ayuso, encuentros con periodistas madrileños y un almuerzo con un empresario audiovisual murciano conocido como Zeta (en un restaurante cercano a la calle Génova los sorprendió el enano infiltrado hace unas semanas). Zeta, de Zambudio, anda despechado con un gobierno que le ha negado la concesión de la tele autonómica, y parece que por los madriles sigue vendiendo la puesta en marcha de una cadena nacional que se llamaría 'la séptima TV' e investigando, se dice, supuestos asuntos de puertas giratorias en una conocida consultora con influencia en el concurso de referencia y donde, según el entorno de Zeta, también se sirven cafelitos de vez en cuando.

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Calendario. Luego están las andaluzas, fechadas para el 29 de junio. Después de junio llega el verano y en septiembre ya estamos en fase preelectoral. Feijóo no va a permitir duelos regionales en vísperas de urnas. Y más cuando hay quien asegura que tras las andaluzas podrían venir las valencianas si Ximo Puig acaba deshojando la margarita. Por no decirte lo que ya sabes. La fragilidad del Gobierno de Pedro Sánchez cada vez es más notoria. El presidente acaba de comerse un sapo de difícil digestión para todos los españoles de bien. Que filoetarras, separatistas y demás patulea tengan acceso a los secretos de Estado es una anormalidad de imprevisibles consecuencias. En ese escenario, hazte una idea, no es nada descartable que Sánchez no tenga más remedio que plantearse un anticipo de las elecciones antes de que Feijóo se consolide y de que Unidas Podemos le siga estirando la cuerda. Se empieza pidiendo el cese de Robles y se acaba pidiendo que Sánchez se tire del 'Fantom'.

Remodelación. Un congreso en 2023 tiene una consecuencia inmediata: mandarán los resultados electorales en un partido cuyo líder gallego solo prima a los ganadores. Llegado a este punto, Fernando ha consultado con López y con Miras y ha llegado a la conclusión de que su gestión necesita un arreón. Si hablamos de lista más votada, esa condición la cumple en la actualidad un pesoe alicaído y con perfil bajo. Por no hablar de la amenaza de Vox y su pretendido 'sorpasso'.

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Miras estudia la remodelación de su gobierno. Me asegura mi enano infiltrado que Miras y su consejero de confianza, Marcos Ortuño, no pararon de hablar del tema el pasado Viernes Santo por la noche en el palco de Lorca y mientras desfilaba, claro está, el Paso Azul. A tenor de tales confidencias, Miras, cuando pase la urgencia de las urgencias, resolverá según encuentre respuesta a las siguientes preguntas: ¿está dispuesto llegar a las elecciones con un gobierno tildado de tránsfuga, algo que Feijóo no acaba de ver con buenos ojos? Porque la etiqueta tránsfuga puede ser discutible si analizamos situaciones, incluso judiciales, de unos y otros, pero lo que no es discutible es que ha calado. ¿Aceptarían Isabel, Valle y Cía una reducción de competencias? ¿Mabel encajaría una salida por muy airosa que fuese? ¿Qué consejeros populares están desgastados, amortizados o poseen un perfil demasiado bajo para los ajetreados tiempos que se avecinan? Si el congreso no parece estar en el horizonte de Miras, la remodelación del Gobierno, sí. A lo más tardar, si no antes, cuando llegue septiembre, el mes de los recambios.

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