La estructura abandonada del edificio Lagomar, en La Manga del Mar Menor. José María Rodríguez / AGM
La vereda del capitán

Cadáveres de hormigón

Como dice un lector, las ruinas de la crisis nos sobrevivirán

Sábado, 3 de junio 2023, 08:54

Cómo es posible que con todo lo que se regula en este país, estando al mando las izquierdas o las derechas, no haya todavía una ... regulación sobre los cadáveres de hormigón. El caso de La Manga del Mar Menor, ciertamente, no tiene nombre. La última noticia al respecto, del 6 de mayo, la daba Alexia Salas en este mismo diario: «El Consistorio [de San Javier] gastará un millón de euros en derribar el edificio Lagomar en La Manga en octubre. Urbanismo alega «una demanda de mejora del entorno» y Tomás Maestre asegura que presentó su propio proyecto de derribo». Me llamó la atención la cantidad de comentarios: «Inocentada repetida desde tiempo inmemorial de manera insistente y coincidiendo con cualquier proceso electoral por el alcalde de San Javier» (divisionhosteleria.mu); «¿Todavía estamos así con el esqueleto de ese edificio? Menos mal que San Javier, en concreto, su parte de La Manga, quiere alcanzar la excelencia en turismo. Más de veinte años de disputa entre el ayuntamiento de San Javier y la empresa Intramanga Turística, dueña del solar resultante después del esperado derribo. Me parece que aquí ha habido dejación de funciones de alguien durante años» (Iberia); «Me temo que este edificio va a durar más que yo. Ahora si de verdad lo derriban en el solar que hagan aparcamientos, es lo que más hace falta en esa zona» (Anastasio). Como estos había más.

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Lo cierto es que el programa 'En portada' de Televisión Española estrenó hace unos días el documental 'Cadáveres de hormigón', presentado por Lorenzo Milá y dirigido por Teresa Martín, que indaga sobre algunas de aquellas huellas que dejó la burbuja inmobiliaria que explotó en la crisis de 2008. Decía Milá que España construía en esos años más viviendas que Francia e Inglaterra juntas. El símbolo de toda aquella fantasmagoría fue el hotel El Algarrobico, en el parque natural del Cabo de Gata-Níjar, que no hay quien lo derribe pese a más de quince sentencias condenatorias. En la Región de Murcia, puede que Lagomar represente el paradigma de lo que no debió haber sido nunca un lugar como La Manga, pero no contentos, los ejemplos recientes ganan por goleada. Desde el polémico hotel de lujo Huerto del Emir –fue vergonzoso el proceso expropiatorio en el entorno– a la Torre Tecón en Juan de Borbón, en Murcia; del Auditorio de Puerto Lumbreras y el Museo Paleontológico de Torre Pacheco al complejo Alzheimur en El Esparragal o la urbanización Las Lamparillas en Fortuna. Son incontables, ciertamente, y no es broma pensar, como decía el suscriptor Anastasio en su comentario, que esas ruinas nos sobrevivirán. Tiempo al tiempo.

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